Capitulo n°1

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Me hallaba sumida en un aburrimiento que parecía no tener fin. Ante esa situación, opté por tomar la iniciativa y decidí enviar un mensaje a la señorita Yeon. La idea de establecer un contacto con ella, incluso en un momento de ocio, me ofrecía una pequeña chispa de emoción en medio de la monotonía de mi día.

♥️Yeon♥️

Secretaria Yeon, si no es molestia me podría traer un té~~♥️

Esta bien, ya mismo se lo llevo.

Muchas gracias!♥️

No pasaron ni siquiera cinco minutos y ya tenía el té en mis manos, servido con la elegancia que solo ella poseía. Deseaba iniciar una conversación, así que decidí mencionar la cena que tendríamos con otros miembros de la empresa para celebrar el aumento en las ventas del último mes. Noté un leve sonrojo en su piel de porcelana cuando pareció olvidar el evento, pero decidí dejarlo pasar. En ese momento, no pude evitar pensar en lo increíblemente tierna que era.

Al llegar al lugar de la cena de equipo, me di cuenta de que la mayoría de los empleados buscaban ganarse mi favor y comenzaron a llenar mi vaso con soju. Vi esta situación como una oportunidad para llevar a cabo mi plan de invitar a la secretaria Yeon a mi casa después de la cena y pasar más tiempo con ella. Sin embargo, ella actuó con rapidez y tomó de mi vaso cada vez que alguien intentaba servirme. Parecía que había descubierto mis intenciones. Con el paso del tiempo, noté cómo se embriagaba gradualmente, sus mejillas se tornaban rojas por el efecto del alcohol. Afortunadamente, sabía que ella solía quedarse dormida cuando se embriagaba.

Finalmente, vi cómo apoyaba su cabeza en mi hombro, lo que me indicó que era hora de poner fin a la velada. Tomé nuestras pertenencias y las de la señorita Yeon, y con una voz algo seria debido al cansancio acumulado, anuncié:

-Creo que ya fue suficiente. Muchas gracias a todos por venir, pero la secretaria Yeon y yo nos tenemos que retirar.

La puse en el automóvil con delicadeza, asegurando que estuviera cómoda y segura antes de ajustar su cinturón de seguridad. Luego, con suavidad, tomé el volante y comencé a manejar. El silencio del automóvil se mezclaba con la suave brisa de la noche, y mis pensamientos se enfocaban en la enigmática Yeon Mi-Suk, quien dormía plácidamente en el asiento del copiloto. Aunque la situación era inusual, sentía un profundo deseo de protegerla y asegurarme de que llegara a salvo a su destino. Me preguntaba sobre los secretos y las emociones que podrían estar ocultos tras esa fachada tan seria y enigmática que Yeon Mi-Suk mantenía. Cuestionaba en silencio qué misterios y pasiones residían en su interior, ocultos a los ojos del mundo.

Estacioné el automóvil en el aparcamiento subterráneo del edificio donde residía y con sumo cuidado cargué a la señorita Yeon en mis brazos. Mis pasos resonaban en el silencio del lugar mientras avanzaba hacia mi apartamento, asegurándome de que nada le ocurriera a la delicada figura que llevaba entre mis brazos.

Una vez dentro de a mi departamento, decidí llevarla a mi habitación para acostarla en mi cama. Puede que haya parecido un gesto atrevido de mi parte, pero mi única intención era asegurarme de que estuviera cómoda mientras dormía. Con delicadeza, empecé a quitarle la ropa que le resultaba incómoda para descansar. Mis mejillas se tornaban cada vez más rojas al contemplarla en ropa interior. Con sumo cuidado, la cubrí ligeramente, sintiéndome nerviosa y consciente de cada gesto. Cada milímetro de su cuerpo era una manifestación de perfección, como si un ángel hubiera descendido a descansar. Sin embargo, la ropa interior que vestía recordaba de manera inconfundible que era una mujer, y su sensualidad estaba presente en cada curva y detalle. Era un tesoro delicado y su mera visión me hacía sentir que sería un pecado que cualquier otro ojo profano la observara de esta manera.

Desearía que lo olvidarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora