¡Sin olvidarte, guapo!

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2015 | 15 de Agosto | México

Era increíble la manera en la que como aún no podía sacarme de la cabeza a aquel muchacho, habían pasado horas de aquel suceso y ya estaba devuelta en mi casa donde no pase un minuto sin pensar en él.

——¡Nai! Baja a cenar ya, de inmediato, tu comida se va a enfriar. —La voz de mi madre inundo mis oídos y me saco de mi transe—

——¡En seguida bajo! —Grité desde mi habitación de igual manera—

Baje de dos en dos escalones.

——Mujer te vas a matar. —Bromeo mi hermana mayor Rebecca—

No conteste a eso, solo tome mi plato y enseguida comencé a comer mirando hacia... La nada.

——Hija, te veo perdida ¿Qué te pasa?—Habló por primera vez mi papá, rápidamente dirigí mi vista hacia él—

——Ya ves papá, tú hija es muy friki solo es eso.

——Callate Becca. —Hablaron al unison mis padres—

No sabía que contestar, si les hablaba de el hombre que se adueñó de mis pensamientos estás últimas horas pensarían que estoy loca y obsesionada, básicamente si pero no.

——Solo, cosas de la escuela ya saben, apenas vamos a entrar a prepa y estoy nerviosa.

Mentí

——Nai, es muy pronto para pensar en eso todavía falta para que entres y no te sientas nerviosa, estamos seguros que serás buena. —Mi madre tomo mi mano acariciandola—

——Tu madre tiene razón cariño, no dudes en que confiamos en ti.

Sonreí como respuesta, la noche transcurrió normal, hice mis cosas y después estuve un rato con mi celular hasta que caí profundamente dormida.

(...)

Desperté por la alarma de mi celular, si, aunque estuviese de vacaciones no se significaba que me levantaría súper tarde porque yo si soy responsable.

¡Toc, toc! fue el sonido que emitió la puerta de mi habitación, supuse que era mi hermana o mi mamá.

——¡Pasé! —Grité desde el baño—

Escuché la puerta abrirse y me asome para ver de quién se trataba.

——¿Qué quieres Becca? Si vienes a molestar mejor vete. —Digamos que mi relación con mi hermana era como la de cualquier algún otra relación de hermanas—

——Relajate Nai, venía a preguntarte que es lo que te pasaba ayer, mira —Se acomodo en el borde de mi cama— no soy tonta como papá y mamá, yo sé que algo tienes.

——Nada que te deba importa. —Contesté de mala manera—

——Lo digo en serio Nai, dime. —Insistio—

——Un chico. —Finalmente solté—

——¡Ya decía yo!

——Callate, no grites. —Tape su boca con mis manos y está las quito rápidamente haciendo una mueca—

Solté una carcajada que luego ceso.

——Pero no es como lo piensas, simplemente lo ví por primera y última vez. —"Pero me enamore" dije por mis adentros—

——¿En dónde? —Cuestionó—

Todo esto se me hacía sospechoso, está nunca venía y se preocupaba por mi de la nada.

——Bueno tú, ¿para qué quieres saber tanto? —Me acerqué a ella intentando intimidarla cosa que no logre—

——¡Ash! Nailea solo trataba de ser buena hermana, me voy. —Y como si nada salió por la puerta soltando un leve portazo—

Pues está que se cree.

De nuevo el recuerdo de el misterioso muchacho regreso a comerme los pensamientos, intente analizar bien la situación, solo recuerdo haberlo visto al lado de otro muchacho de camisa blanca y el llevaba una camisa negra, luego le preguntaría a Emilia y a Lorena.

Cómo todavía no sabía ni como se llamaba me había decidido llamarle "Max" él si que tenía cara de Max.

2015 | 17 de agosto | México

Estos días no había tenido la oportunidad de volver a ir a Mazamitla pero ya me carcomían las ganas de volver a ver al castaño, y no era falso el hecho de que ya había ido muchísimas veces sin embargo nunca lo había visto antes.

Me dispuse a levantarme de mi cama y hacer algo que me distrayera, como por ejemplo poner en marcha mis habilidades de cocina.

(...)

——Nai, te vas a quedar sola, por favor no quemes la casa no vamos a tardar. —Mi mamá parecía repetidora, ya me había dicho lo mismo por undécima vez—

——Ya entendí mamá, no lo haré ya vete. —Abracé a mi mamá—

Mi mamá saldría unos días de viaje con mi papá y mi hermana por razones de su universidad ya había regresado a España donde estaba de intercambio por lo que quedaría a cargo de mi abuela.

Una vez más se despidieron, abrace a mi papá y le saque unos cuantos billetes para poder comprar lo que quisiera aquí.

——Adiós adiós, regresamos pronto mi vida, cuidas a tu abuela. —En seguida se puso en marcha el vehículo donde iban—

Después subí enseguida a mi cuarto, yo no era la mejor dibujando pero si le sabía, con ayuda de mi mente empecé dibujando a Max, porque yo seguía sin olvidarlo, seguía sin olvidarte, guapo.

y si te vuelvo a ver; charles leclerc.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora