✎ Minos

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En lo más profundo del Inframundo, donde las sombras danzaban al compás de susurros oscuros, mi figura se alzaba con orgullo. Como uno de los Jueces de Hades, siempre había abrazado la oscuridad y la intriga de este lugar. Pero lo que no podía prever era que una chispa inesperada encendería mi corazón en medio de esta penumbra eterna.

____, la enigmática amante de Hades, había atraído mi atención desde el momento en que nuestros caminos se cruzaron. En aquellos pasillos lúgubres y silenciosos, nuestros encuentros casuales eran momentos que ansiaba secretamente. Había algo en la forma en que ____ se movía, en cómo sus ojos reflejaban el misterio y la determinación, que me intrigaba profundamente.

Una noche, mientras el Inframundo yacía en una calma inquietante, nuestros destinos se entrelazaron nuevamente. ____ se acercó a mí con una sonrisa cautivadora, y sus palabras resonaron en la negrura como un susurro tentador.

"Minos", dijo en voz baja, su mirada fija en la mía. "Siempre encuentro tus conversaciones tan... intrigantes".

No pude evitar devolverle la sonrisa, sintiendo cómo la atracción entre nosotros se hacía más fuerte. "____, siempre es un placer charlar contigo. Tienes un encanto único en este sombrío lugar".

Ella se aproximó aún más, y nuestras palabras comenzaron a adquirir un tono más íntimo. "Si no te molesta que lo diga, Minos, hay algo en ti que me intriga. Eres diferente a los demás Jueces. Más... fascinante".

Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras la observaba. "____, tú también eres excepcional. Hay algo en tu mirada que me hipnotiza".

Ella rió suavemente, sus ojos brillando con complicidad. "¿Hipnotizante, dices? Me halagas, Minos".

A medida que avanzaba la noche, nuestras conversaciones se volvían cada vez más coquetas y apasionadas. En aquel rincón oscuro del Inframundo, encontramos una conexión que desafiaba la desolación de este lugar. Entre ____ y yo, había nacido algo que trascendía la lealtad a Hades: un amor inesperado y apasionado que florecía en la oscuridad de nuestras vidas.

En ese rincón sombrío del mundo, habíamos encontrado una luz, una llama ardiente que nos guiaba a través de las sombras del Inframundo. A pesar de nuestro oscuro destino, juntos, éramos una prueba de que incluso en el lugar más sombrío, el amor podía encontrar su camino.

Nuestros encuentros en el Inframundo se volvieron cada vez más frecuentes, como si estuvieran predestinados por algún plan cósmico. ____ y yo nos sumergimos en la complicidad de nuestras conversaciones íntimas, explorando los rincones más profundos de nuestros pensamientos y deseos.

Una noche, en medio de la negrura del Inframundo, nuestras miradas se encontraron con un deseo incontenible. Mis manos se aventuraron a tocar suavemente su mejilla, y ____ respondió con un suspiro apenas audible. Era como si nuestras almas se comunicaran a través del tacto y las miradas furtivas.

La tensión que se había ido acumulando durante tanto tiempo finalmente encontró su liberación en un beso apasionado. Nuestros labios se encontraron en medio de la oscuridad, y el mundo a nuestro alrededor desapareció. Cada beso, cada caricia, parecía sellar nuestro secreto compartido y reforzar la intensidad de nuestros sentimientos.

Sin embargo, nuestro mundo de amor clandestino estaba destinado a ser descubierto. Aiacos, otro de los Jueces del Inframundo y un confidente de Hades, nos sorprendió en medio de uno de nuestros encuentros apasionados. Su mirada se llenó de sorpresa y desaprobación mientras nos separábamos apresuradamente.

"¡Minos! ¡____!", exclamó Aiacos con una voz que resonó en las paredes del Inframundo. "¿Qué están haciendo?"

Mis ojos se encontraron con los de ____, y en ese momento supimos que nuestro secreto había sido revelado. No podíamos negar lo que había ocurrido, ni podíamos ocultar los sentimientos que habíamos estado compartiendo en la oscuridad.

Aiacos se mantenía en silencio, pero su expresión dejaba claro que nuestro futuro sería incierto. En el Inframundo, donde los secretos y las traiciones eran moneda corriente, no sabíamos qué consecuencias tendría nuestro amor prohibido. Pero a pesar del temor que se apoderaba de nosotros en ese momento, también sabíamos que lo que compartíamos era valioso y real, y estábamos dispuestos a enfrentar cualquier desafío que se presentara en nuestro camino, incluso si eso implicaba darle frente al mismísimo Hades para poder estar con ella... Lo haría.

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Gracias por leer.

🌹Saint Seiya | BoyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora