3- Mamá

116 19 6
                                    

Cuando terminaron con el tratamiento Sakura y Mikoto fueron llevadas a la salida con sillas de ruedas para evitar que se mareen y se caigan. Además suelen quedar muy agotadas por la quimioterapia.

-¿Como estás mí niña?- una hermosa mujer de largos cabellos rojos apareció en escena luego de estacionar su camioneta en la puerta.

-Cansada- murmuro la Haruno dándole una sonrisa- ¿Cómo estás tú, mamá?- la mujer se inclino un poco para darle un pequeño beso sobre la frente a la muchacha.

-Muy bien cariño, vamos a casa hoy te prepararé algo delicioso para que comas- Mikoto solo se quedó observando todo con atención, ella sabe perfectamente que esa mujer no es la madre biológica de Sakura, de hecho ni siquiera comparten una sola célula pero aún así ella la cuida y la ama como si fuera su propia familia. Para ella Sakura es su hija de corazón.

«Me alegra ver qué no estás sola». Pensó la pelinegra con una sonrisa.

-Nos vemos señora Uchiha, cuídese mucho- los  jóvenes le regalaron una sonrisa de cortesía antes de saludarla con mucha educación. Todo lo contrario a los amigos de su hijo quienes a veces entran a la casa y siquiera la miran o la respetan.

—Adios señor Fugaku, cuidemela mucho por favor— el hombre asintió con la cabeza viendo cómo la pelirrosa es subida por Juugo y Suigetsu con mucho cuidado a la camioneta.

-¿Necesita que lo ayudemos señor?- el pelinaranjo se acerco a ellos seguido de su amigo, ambos conocen a la matriarca Uchiha desde que empezó el tratamiento y han sabido ganarse el afecto de la fémina de hebras oscuras.

-Si, por favor- el mayor se trago todo su orgullo y acepto la cordial ayuda de esos muchachos quienes no dudaron ni un segundo en ir. Se suponía que alguno de sus hijos iría con él hasta el hospital para poder llevar a Mikoto a casa después del tratamiento pero ninguno pudo asistir.

Al principio ponían excusas pero ahora solo dicen la verdad.

⟨No pueden soportar ver a su madre en ese estado⟩.

Él tampoco puede verla así, pero por eso a tenido que cambiar radicalmente su horario de trabajo, todo para poder pasar más tiempo con ella, para hacerla feliz y darle su apoyo. Hay veces en las que llora camino a la empresa solo para desahogarse y que nadie más lo vea, no quiere que su esposa note que está al borde del colapso, solo por qué ella aún sigue peleando. Ella está dando batalla y sabe que lo necesita ahí para ser fuerte.

Mikoto lo es todo para él.

—Muchas gracias, espero que sigan cuidando bien de Sakura-chan— los jóvenes no pudieron evitar mirar con decisión a la fémina.

-¡Claro que si!-

-¡Haremos todo por ella!- la pareja Uchiha solo sonrió al notar el brillo en los ojos de los muchachos. Un brillo de determinación que los hizo darse cuenta de que en verdad quieren a la chica.

«Hay Sasuke, que tonto haz sido». Pensó Fugaku con pesar después de ver cómo la camioneta con la pelirrosa se aleja poco a poco.

Mentiría si dijera que no se quedó en shock  cuando encontró a la adolescente en el mismo lugar que su esposa, toda delgada y ojerosa recibiendo el mismo tratamiento. La cruel realidad fue como una bofetada para el hombre quien no pudo evitar imaginar lo duro que sería para los padres de la chica al saber de su enfermedad pero al ver lo feliz que estaba la hermana menor de la de ojos jades entendió que ellos no sabían nada y que al parecer no les importaba un carajo el bienestar de su hija.

Incluso su hijo fue un completo bastardo con ella y la dejó en el peor momento de si vida, justo cuando más lo necesitaba.

-Eso chicos son muy lindos- Mikoto recostó su cabeza en el respaldo del asiento. —Me alegra ver qué Sakura-chan encontró a alguien mejor que nuestro hijo. Sasuke es un idiota— esta vez el patriarca no pudo refutar nada por qué él piensa igual.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 27, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

A Su Lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora