𝕱. 𝐅𝐋𝐔𝐎𝐑𝐄𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 𝐀𝐃𝐎𝐋𝐄𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 !!!
❪❪ haikyuu ❫❫
▂▂▂▂▂▂▂ 𝓘 𝐍 𝐖𝐇𝐈𝐂𝐇 un nuevo curso empieza, y Sumire Ōzaki se convierte en la manager del Nekoma por petición de su hermano menor Ryuji -o más bien súplica- a pesar de estar ya e...
2 ━ PARTIDO AMISTOSO🏐 "partido amistoso contra el fukurōdani"
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★ narra sumire ōzaki
Las semanas pasaron rápido, o eso dirían en las novelas de amor. A mí, por otro lado, se me hicieron más largas que la lista de crímenes del Eric Cartman de South Park.
Como buena estudiante que soy, asistí a todas las asignaturas que debía cursar en vez de hacer como el año anterior y faltar a las asignaturas que tenía a las ocho de la mañana. Eso sí, a la persona que hizo mi horario y decidió poner matemáticas a primera hora, le deseo un destino peor que la muerte.
Desde que el Kuroo y yo fuimos a aquella fiesta en la que accedí a ser la mánager del team, me he estado preparando mentalmente para hacer acto de presencia en el gimnasio, pues recién me habían admitido como mánager de manera oficial y, por desgracia pa mí, ahora tenía que cumplir. Kuroo, putito, aprecia esto o verás.
Esa fatídica mañana de septiembre me desperté, como de costumbre, con ganas de cometer un homicidio. Pa relajarme un poco, me puse mi preciosa, hermosa y maravillosa playlist, la cual estaba en aleatorio y pasó de una canción de la Taylor a una de la Tokischa. Magnífico. Obviamente, el fletito del Ryūji se quejó y tuve que bajarle el volumen un poco porque todavía no sonaba su alarma y exigía seguir durmiendo. Eso lo respeto.
Por otro lado, yo me puse el uniforme pa luego peinarme y maquillarme como hacía todos los días. Y todos los días arrasaba. Si es que soy hermosa. Si estudiar ciencias no me da un futuro, Victoria's Secret lo hará.
Al rato, el Ryūji se despertó con los pelos locos de siempre y yo me burlé de él por enésima vez en la semana. Y eso que solo era martes. Nunca me canso. Es como una tradición que espero y deseo que nunca acabe.
Y poco después bajé a desayunar con mi mamichula y el Ryujimemo, quien estaba a punto de dormirse sobre los cereales.
—Ma, ¿lo despierto?—Le pregunté a mi madre con una sonrisita pa saber si me concedía ese gran poder.
