Capitulo 7

641 28 3
                                    

Me despierto con mi hermosa compañera cocinando, si se le puede llamar asi. La veo muy concentrada y eso me gusta, me parece lindo, pero que digo, ella ES linda. Estos últimos días en la arena me di cuenta de que no han habido muertes, ni escasez de comida, o saboteos del Capitolio, lo que me ha llamado mucho la atención.

-Hola. Ehhm, ¿No has notado últimamente la arena esta muy... Con mucha... Escazes de muertes?- Eso sonó feo... Bastante.

-Si, la verdad te iba a hablar sobre eso... No recuerdo la última vez que escuche el sonido de ese canion.

Lo pensé por un rato... Ella tenía razón, hace bastante no lo escucho... Y no sabía si eso era algo bueno o malo.

-La comida esta lista.- Su voz hizo que me saliera de mis pensamientos.

Estaba bastante confuso, siempre me pareció bastante linda Katniss, y la verdad no me lo creo, no me creo que me quiera, no me creo que me ame, todo paso muy precipitado.

Lo lograste, al fin ella se interesó en ti.

No lo se. ¿Tu dices?

Es más que obvio... Si no, que paso el otro día

Cierto...

-Peeta.

-¿Que?¿Que decías?

-Te pregunte si estabas mejor, me preocupas.

Ella se preocupa de mi.

-Ehm, si estoy bien. ¿Hay algo para comer?

-Si, decidí que primero comeremos lo que caze y luego si las condiciones no me permiten cazar, ahí consumiremos lo que nos mando el Capitolio.- No entendí muy bien sus razones, y ella pareció comprender mi cara de perdido, ya que después continuó.- Esque el conejo se puede poner en mal estado más rápido

Inutil.

¿Quien eres?

Tu conciencia, ¿No es obvio?

Me da igual.

-¿Estas bien?

-En realidad no... Me encontré con Clove... Y ella

-¿Te hizo algo?- Pregunte levantándome del lugar de donde yo estaba.

-Si, bueno no.- ¿De que me esta hablando? ¿Si o no?

-¿A que te refieres?

-Que lo intento, no se como fue bien, estaba atónita, lo único que se es que un campo de fuerza o algo así me salvo.

-¿Estas bien?

-Si, un poco asustada.

-Ven.- Dije abrazándola. Este no fue un abrazo fingido, fue uno sincero, que venía de mi, y que no era con el fin de que el Capitolio lo vea. Sólo me importaba transmitirle mi confianza.

Lo que nadie sabe de la cueva [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora