DICIEMBRE 1994

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10 de Diciembre 1994

Olivia nunca se había considerado una chica de mandar cartas, casi nunca las enviaba y casi nunca las recibía, ninguna carta fuera de su madre y padre para aclarar. Le gustaba pensar que era más lindo hablar regresando del verano y contar todo durante el viaje en carroza hasta su escuela, pero cuando Fred Weasley llegó a su vida, las cartas enviadas hacía el pelirrojo, y después su hermano gemelo, no dejaron de salir de ella, quería contarle cada aspecto de sus semanas en Beauxbatons. Sabía lo que eso significaba, después de ese enamoramiento fugaz por el italiano idiota, que seguía siendo su compañero de clases, Olivia estaba enamorada de Fred Weasley.

No sabría explicar el momento específico en el que se enamoró de él, pero sabía que una vez que lo aceptara para ella misma sería muchísimo más fácil de asimilar y tratar de olvidarlo pensando que era uno completamente fugaz, pero desde que hace un mes comenzaron a llegar cartas más seguido del chico hablando sobre su nueva idea de emprendimiento con su hermano, la vez que crearon los caramelos larguilinguos y sus días en hogwarts la hacían sonreír y anhelar estar a su lado, tomar su mano cómo se había atrevido a hacerlo en el verano cuando lo notó distraído, ella quería que el chico se diera cuenta de que se había enamorado profundamente de él y de su estupido cabello rojo que la hacía delirar porque se sentía tan suave y se veía tan brillante.

Cuando envió la carta pidiendo disculpas por no haber ido a Hogwarts por culpa de una maldita regla, no espero que Fred le contestara con esas pequeñas palabras coquetas prometiendo ver la luna el día del baile mientras escuchaba y bailaba la canción de Taylor Swift, incluso el imaginarlo tratando de bailar la canción la hicieron reír también el hecho de que nadie había sido capaz de mandar a su propio padre a las tiendas de música muggle solo para buscar una estúpida canción, pero ahí estaba Fred Weasley diciéndole que él cruzaría cielo, mar y tierra por conseguir esa canción.

Fred Weasley definitivamente hacía que su corazón corriera a mil por hora de solo pensarlo, a veces se le dificultaba hablar con él por lo mismo, o lo escuchaba atentamente o trataba de parar su corazón acelerado. Su corazón le pertenecía a ese pelirrojo que de alguna manera robó su árbol y su corazón, anhelaba verlo al inició del verano.

24 de Diciembre 1994

Tal vez parecería un idiota al llevar esa cosa muggle con él al baile, pero su corazón le decía que debía hacerlo por ella, aunque pareciera un idiota. Durante el principio del baile disfrutó y jugo con sus amigos y sus pasos de baile, cerca de las 10:30 se escabulló de los profesores y se escondió en una aula vacía, colocó un hechizo en la puerta asegurándose de que nadie indeseado entraría y colocó el disco muggle en la máquina como su padre le había dado las instrucciones y busco la canción.

Cuando la melodía llegó a sus oídos se dejó llevar balanceándose con los ojos cerrados imaginando que tomaba la cintura de Olivia entre sus manos y ambos se balanceaban con la melodía. Fred no pudo evitar sentir su olor a frutos rojos sobre su nariz, ver la sonrisa de la chica y sus ojos hermosos, ella lo tenía completamente embelesado y esperaba que ella también estuviera haciendo lo mismo desde francia.

Y Fred no estaba muy equivocado, ya que en francia en un salón apartado y abandonado de Beauxbatons se mecía Olivia al ritmo de la melodía imaginando que Fred Weasley bailaba con ella, que sus manos tocaban sus hombros y que podía ver de cerca esos hermosos ojos café y tocar y acomodar esos hermosos cabellos naranjas.

—Quisiera que estuvieras aquí —suspiraron anhelando un reencuentro—. Desearía que sintieras lo mismo.

—Desearía poder hablar contigo —dijo el chico mirando el reflejo de la luna en la ventana sin dejar de mecerse

—Desearía poder decirte que me gustas —dijo la chica mirando la luna a través del pulcro cristal de la ventana

—Desearía poder besarte

—Desearía poder amarte

—Desearía poder tenerte —dijeron al unísono una vez la melodía terminó

— Te amo

Ninguno supo de dónde vino ese susurro final, ambos voltearon a sus costados buscando al provocador de tan bello y cruel sonido. ¿ "Te amo" no es la peor cosa que puedes escuchar?

Cruel Summer ● fred weasley fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora