M.P.S. (Ruta alternativa) DekuBaku

Todo fue una pesadilla

No podía ser verdad, su Kacchan no le pudo hacer eso.

A la lejanía pudo escuchar una voz y un cálido olor a durazno que reconocía bien y al abrir los ojos lo pudo comprobar. Su bello Omega se veía preocupado por verlo llorar entre sueños.

--Deku, al fin despiertas idiota -sabía bien por sus feromonas que algo grave paso como para que esté así- Te mataré si me vuelves a preocupar de esta manera.

Izuku no entendía nada hasta que se frotó sus ojos sintiéndolos húmedos.

--Has estado llorando -aclaro el cenizo- Pensé que algo te dolía hasta que los lloriqueos se hicieron presentes, pero no despertabas -se tiró a los brazos de su amado para tranquilizarse, pues Deku estaba bien.

--Lo siento bonito, tuve una muy horrible pesadilla -soltó un poco de feromonas para tranquilizar a su Omega quien respiraba gustoso su olor a menta.

--¿Qué soñaste? Mi alfa no se pondría así por cualquier pesadilla -acaricio, los cabellos verdosos antes de volver a echarse en la cama y unir sus labios en un beso lleno de amor.

--Prefiero no recordarlo y cambiando de tema tengo algo en mente -dijo con una sonrisa coqueta mientras aprisionaba al cenizo contra la cama- Tengamos otro cachorro.

En la habitación se formó un silencio sepulcral, el pecoso no dijo nada al ver duda en los orbes rojos seguido de un fuerte suspiró que Katsuki dejo salir.

--Deku -mencionó algo tímido- ¿Estás seguro de lo que quieres?

Cada maldito segundo era un dolor para el Omega, ya que un cachorro es una gran responsabilidad, no es algo que se pueda tomar a la ligera, tener un cachorro no es un juego, además, ya estaba Kazuo.

--Katsuki Bakugo, yo te amo. Por algo no te hice mi esposo -Izuku sabía de la pequeña inseguridad que tenía su pareja de que un día lo pueda llegar a abandonar- No quiero presionarte, solo quería saber si en un futuro podemos tener otro cachorro, poder criarlo juntos como estamos haciendo con el otro, ver como cada día va creciendo hasta convertirse en un adulto junto con Kazuo y créeme que para ese tiempo yo te seguiré amando -dijo con una sonrisa que pudo calmar al rubio- Te querré así hasta el fin de los tiempos.

--Idiota -dijo escondiendo su cara en la almohada que estaba a su costado para que no viera sus ojos llorosos- Yo también te amo -una vez más calmado regreso su mirada al pecoso- Y sí, si quiero llevar un nuevo cachorro de alfa en mi vientre. Yo también lo he deseado hace tiempo, solo que quería que seas tú quien me lo pidiera esta vez.

El cenizo acunó el rostro de Izuku entre sus manos para luego acercarlo y darle un beso en los labios.

Se dijeron un par de palabras más antes de abrazarse y dormir lo que restaba de noche, ya mañana hablarían bien de ese tema.