I'LL NEVER BE IN LOVE | KAISOO |

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Ambos volvieron caminando hacia la cafetería, vieron cómo la pelirosa discutía con el alfa que había bajado del automóvil del peliplateadp. Este último solo asentía mientras mantenía cerrados los ojos y se recargaba en el carro.

Baekhyun trataba de calmar a la chica a la vez que se disculpaba con el pelirrojo.

-Hola de nuevo -saludó al notar la presencia de los chicos problema - ¿Hablaron como personas civilizadas?

-Algo así -respondió el peliplateado con una sonrisa nerviosa. A pesar de haber dialogado con el peliplateado, este se mantenía alejado y respondía de forma más cortante que la primera vez que se hablaron.

- ¿En serio, kyungsoo? -preguntó yuqi con sus manos en las caderas, parecía ofendida.

- ¿Y tú quién eres? -kyungsoo ignoró por completo a su amiga y decidió enfocar su atención en el desconocido.

-Park Chanyeol -se presentó sonriente -Soy amigo y compañero de trabajo de jongin.

-Ah -asintió -Bueno, me voy.

- ¿A dónde? -cuestionaron al unísono, haciendo que el omega se irritara.

- ¡A mi casa! -gritó y comenzó a caminar.

- ¿Te llevo?

-No, déjame en paz. Aún tienes trabajo que hacer -se alejó, dejando a todos en un momento incómodo.

- ¿Seguro que arreglaron las cosas? -cuestionó park no muy seguro de que la situación haya mejorado.

-Sí.

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Llegó al departamento cuando ya había oscurecido. Estaba exhausto.

Tiró la mochila a un lado de sus tenis, entró a la cocina y tomó una manzana. Le dio una mordida y masticó lentamente mientras poco a poco se perdía en sus pensamientos.

No quería creer en el pecoso, en el fondo sabía que terminaría lastimado y que era mejor seguir como siempre... solo.

Miró con desagrado la manzana y gruñó, ni siquiera estaba de humor para comer. Abrió el refrigerador y puso la manzana a medio comer para después cerrar con fuerza la puerta.

Pasó a su recámara y sacó un cambio de ropa. Se daría un baño, rogando para que su cuerpo liberara tensión en la bañera. Preparó el agua a una temperatura agradable, se desvistió y entró en la tina.

Suspiró y colocó sus brazos a un lado, deslizándose hacia abajo y solo dejando su cabeza sobresalir del agua. Cerró los ojos y trató de despejar su mente.

No podía evitar repetir una y otra vez las palabras de jongin junto al olor que percibió en él el día anterior. ¿Y si solo había vuelto a caer en sus mentiras?

Desde el primer momento en el que había visto al pecoso, se sintió diferente a todos los alfas. Había sentido un cosquilleo en su estómago cada vez que sonreía, se acercaba o había el más mínimo contacto físico.

Chapoteó el agua con frustración y comenzó a lavar su cabello.

Su mente comenzó a divagar. ¿Si jongin solo era un alfa que se acostaba con omegas por diversión? ¿Sólo quería meterse entre sus piernas? ¿Era verdad que solo lo quiere a él?

Recordó todas esas veces que los alfas se acercaban a él por puro interés sexual y que por eso los ahuyentaba lo más rápido que podía. Nadie se había dado el tiempo para conocerlo, si el peliplateado resultaba ser como ellos iba a ser aún más doloroso.