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El día era caluroso a comparación de los anteriores. El sol entraba por una delgada línea de separación entre las cortinas y daba justo sobre los ojos de kyungsoo. Se removió incómodo, deseando volver a sumergirse en el mundo de los sueños.

Abrió los ojos despacio, las cobijas estaban más calientitas que siempre y sentía un peso al otro extremo de la cama, fue cuando se dio cuenta que su mano estaba tibia y extendida hacia el medio del colchón. Miró hacia arriba y vio una mata de cabellos plateados sobresaliendo de la colcha.

Levantó la manta y observó al alfa que dormía plácidamente mientras envolvía su mano con delicadeza. Después de cenar, el pecoso rogó al omega para quedarse a dormir y no conformado con eso, se metió a la fuerza a la cama y no se movió a pesar de que el pelinegro lo empujaba hasta con las piernas para que cayera en el suelo.

El idiota tenía fuerza cuando quería.

Bostezó y decidió que lo mejor era volver a acurrucarse y dormir todo lo que no había podido en ese tiempo.

Un par de horas después, volvió a despertar y se sorprendió cuando notó que jongin ya no estaba junto a él. Salió de la cama y buscó con su mirada a su pretendiente, caminó fuera de la habitación y se asomó a la cocina, por fin encontrando al pecoso que preparaba el desayuno en silencio, parecía perdido en sus pensamientos.

- ¿Qué haces? -rompió el silencio. Su corazón estaba acelerado por lo que pasaría, aún no habían hablado con profundidad y dudaba poder abordar el tema con tranquilidad.

-Ah -se sobresaltó al ser sacado de sus pensamientos tan repentinamente -El desayuno. Salí a comprar algunas cosas para poder hacerlo. Era verdad, no tenías nada de comida.

Kyungsoo se acercó, el peliplateado estaba terminando de hacer el típico desayuno americano. Con huevos fritos, tocino, pan tostado y salchichas doradas. Estaba calentando agua para probablemente preparar café y a un lado tenía un litro nuevo de leche.

-Huele bien -sonrió, hace mucho no le hacían el desayuno. La última vez fue cuando se mudó de casa y su madre decidió despedirlo con ese detalle.

-Planeaba llevarlo a la cama, pero despertaste antes -rió nervioso, sirviendo el agua en un par de tazas.

El pelinegro sintió su cara arder, después de todo, jongin se notaba un alfa detallista... un puto nerd. Abrió el frasco de café y decidió prepararlo él, no dejaría que el más alto hiciera todo y, además, seguro tenía más experiencia preparando ese tipo de bebidas.

-Entonces... -tragó saliva mientras meneaba el agua después de haber agregado azúcar suficiente para que tuviera un buen sabor - ¿Volvemos a la cama?

Los ojos del alfa brillaron de felicidad, asintió emocionado y después sacó una bandeja del mueble, justo como el más bajo le había indicado. Acomodó los platos para evitar que se cayeran y caminó detrás del omega, quien llevaba ambas tazas con cuidado de no derramar el líquido.

Se acomodaron cada quien, en su lado de la cama, jongin puso la bandeja sobre las piernas de kyungsoo, y este último le pasó su taza de café correspondiente.

- ¿Y tú no vas a comer? -preguntó al ver que sólo él tenía desayuno.

-Comí mientras te hacía el tuyo -sonrió y le dio un sorbo a su bebida, sorprendiéndose por lo bien que sabía.

-Bueno -tomó un trozo de tocino y se lo llevó a la boca, sus tripas gruñeron sonoramente.

Jongin rio por el sonido que salió del rubio -Vaya, soosie tiene mucha hambre.

-Cállate, no te burles de mí -gruñó.

El silencio predominó durante unos minutos. Parecían tranquilos, sin embargo, estaban ansiosos, esperando a que el otro comience la conversación que tenían pendiente.

I'LL NEVER BE IN LOVE | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora