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Un nuevo día empezaba, hoy era lunes, y Alex comenzaba en el nuevo colegio, el cual afortunadamente no era el sector quinto.

Les di de desayunar a mis niños mientras hablábamos de lo bien que se lo iba a pasar Alex en el colegio y Julieth con Nelly, mientras yo estaba con Mark.

Una vez terminaron, dejé a mi hija con mi cuñada y luego me dirigí hacia el nuevo colegio, hablando con mi hijo.

Aparqué bien y salimos tranquilamente, hasta que el mismo coche rojo que se cruzó ese día en la carretera, frenó, aparcando al lado de nuestro coche.

Vi a Axel bajar, arreglándose su traje, y noté a mi pequeño tensarse.

El sábado habíamos quedado en que podría pasar tiempo con nosotros en momentos puntuales, para no alterar la paz de mi hijo.

-Buenos días, Alex-Su padre le sonrió, pero el siguió con su mueca.

-Hola

-Venga, vamos-Retomamos el camino hasta la puerta, allí, su nueva profesora nos atendió, saludó a Axel, se presentó conmigo y se llevó a mi hijo hacia dentro, tras volver a despedirnos.

-¿Te has acostado con ella?-Pregunté entre dientes, mientras sonreía y despedía a mi hijo, el cual se iba, mirando cada dos segundos hacia dónde yo estaba.

-Me ofendes, soy un hombre casado-Me enseñó su mano derecha, en la cual tenía nuestro anillo de matrimonio.

-No has respondido-Cerraron la puerta del colegio y comencé a andar hacia mi coche, con él a mi lado.

-Estudiaba con ella en el Kirkwood, solo le pedí este favor-Contestó, metiendo sus manos en los bolsillos.

-El colegio está bastante bien, aunque eso de que tengan clase hasta por la tarde no me gusta.

-Pero saldrá muy bien formado.

-Si, así será un buen médico-Le noté tensarse a mi lado-Hablando de médicos, ¿Qué tal tu padre? ¿Sabe que me dejaste tirada?

-Bueno, sabe que tuve que trasladarme por trabajo de nuevo a Inazuma, voy a comer a su casa todos los miércoles.

-Osea, que no.

Llegamos a nuestros coches, y el negó.

-No tiene ni idea, y como yo tampoco sabía que tenía una hija pues no sé cómo dar esas explicaciones.

Se apoyó en nuestro coche, y yo me crucé de brazos, mirándolo.

-Si hubieses atendido alguna de mis llamadas, lo sabrías.

-Ya...¿Puedo pedirte un favor?

-No

-¿Vendrías conmigo el miércoles a almorzar?

-¿A casa de tu padre? Ni de coña

-Vale, pues déjame al niño.

Entonces, le miré indignada.

-No es un muñeco que te pueda prestar, Axel.

-Porfavor, solo un rato

-Si el quiere, sí-Contesté

En respuesta, me sonrió, hasta que mi teléfono sonó.

Lo saqué de mi bolsillo y miré la pantalla; sabiendo que Axel también podía verla.

"C.Stonewall"

Tomé la llamada, bajo la atenta mirada del rubio.

-Dime Caleb.

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⏰ Última actualización: Feb 19, 2024 ⏰

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