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— ¡¿Que es esto?! — Felix suelta su teléfono exaltado escuchando como este cae al suelo y Seungmin lo mira incrédulo.

La imagen de un consolador en una pagina extraña apareció en la vista del pecoso. Un sonrojo eminente se avecinó en las mejillas del australiano quien golpeó levemente a Kim mientras intentaba calmarse.

— un consolador estupido. — dice Kim recogiendo el aparato del suelo y asegurándose que se encontrara en buenas condiciones. Nuevamente busca la imagen del producto que le mostraba a su "inocente" amigo.

Que de inocente no tenía nada. Seungmin sabía que detrás de esos ojos de cachorro adorable se escondia una bestia que no soltaba todo su potencial, o eso creía.

— ¿y yo para que quiero un consolador?. — pregunta nervioso aún manteniendo la distancia entre el teléfono y su vista.

— No lo se amigo. — contesta Seungmin encogiéndose de hombros. — estoy harto de escucharte  lamentarte sobre que no tienes pareja, así que como soy tan considerado te regalare uno de estos. — una radiante sonrisa sale de la boca del castaño que intentaba convencer a su amigo de dejar los tabúes en los que vivía.

— Yo quiero un novio, no un pene de plástico. — musitó Félix arrebatando el teléfono de las manos de Seungmin quien abultó los labios molesto.

— no creo que quieras un novio, los hombres son tan idiotas Lee. — los brazos de Seungmin se mantenían cruzados, el mundo de fantasía en que vivía su mejor amigo le generaba dolor de cabeza.

Claro, no era nadie como para decirle a Félix como vivir su vida, pero ya tenían veintidós años y el australiano ni novio parecía haber tenido. Cero relaciones tanto íntimas como sentimentales, aveces se cuestiona el porqué de la soltería de su amigo y de su virginidad.

— Yo se que siempre está el indicado. — habla convencido el pequeño Félix que miraba a su amigo mirarlo con curiosidad. — aparte, el sexo no lo es todo.

— Se que no lo es todo, pero ¿como es posible que no hayas ni rozado partes con alguien?. — Seungmin abre su boca sorprendido, aun llegaba a alarmarle la poca experiencia de su amigo.

— Solo... No se como hacerlo.

                                    ...
Dos dias después de una larga charla sobre sexualidad y anatomía humana con Seungmin, Félix se encontraba exhausto. Su amigo lo trataba como si fuera un tonto, bueno, si lo era. Pero la idea no era humillarlo más de lo que ya se encontraba.

Y es que no sabía el porqué su amigo le impresionaba tanto el hecho que no haya tenido relaciones sexuales a su edad. Los tiempos cambiaban pero aun mantenía sus ideales y principios. Aparte, el miedo creado por anécdotas ajenas pasaban por su mente más de una vez.

Félix soñaba con conseguir aquel hombre varonil, de buenos sentimientos y que esté dispuesto a esperar al matrimonio.

La tarde pasaba más lento de lo normal, se encontraba relajado en su cama mientras veia películas en su teléfono, un sábado por la tarde no parecia ser muy divertido, sin contar toda la carga que matntenia en la semana no utilizaba los fines de semana para salir de fiestas o cosas parecidas.

A él le encantaba estar en su cómoda cama, disfrutando del silencio profundo de su apartamento y el vacío en el pecho. Una lagrima cayó por las mejillas pecosas del Australiano quien miraba triste la escena donde la protagonista es víctima de la infidelidad de su novio. Soltó un sollozó y limpio sus mocos, todo era tan jodidamente triste y ahí es donde la ficción se asemeja a la realidad.

¿Será todo como lo muestran en las novelas coreanas?, un romance de libro con protagonistas perfectos y finales encantadores. A Félix le encantaría una historia de amor similar, él fantaseaba con el amor de su vida como un adolescente descubriendo su primer libro de romance en la librería de la esquina.

Y en el mejor momento el timbre retumbó en sus oídos. Bufó con flojera pensando en si levantarse y atender a quien sea que quisiera molestarlo o ignorar hecho de que el timbre seguía sonando.

Al tercer toque decidió levantarse de la cama, acomodando un poco el desorden. A pasos flojos se dirigió hacia la puerta y un bostezo apareció apenas abrió la puerta, le importaba poco lo que la persona detrás de su puerta le viera en ese estado.

— Buenas tardes. — murmura Félix observando a un pelinegro de pie frente su puerta, un poco desorientado.

— Buenas tardes, disculpa ¿Usted es Lee Félix?. — pregunta el chico esperando la respuesta del confundido Félix observando el bolso tras de él.

— si. — contesta con confusión frotando su rostro y sintiendo como sus ojos hinchados le ardían.

— Un gusto, soy Hwang Hyunjin, el chico a quien contrataste.— el pelinegro extiende la mano con una leve inclinación de su cuerpo esperando a ser correspondido por el rubio quien abrió su boca incrédulo.

— Espera, ¿Que?. Yo no he contratado a nadie. — dice sorprendido. No sabía que tipo de broma sería aquella pero no le generaba gracia alguna. — Creo que te has equivocado.

Sin más amaga con cerrar la puerta pero el chico lo detiene. Félix no entendía en lo absoluto lo que estaba pasando y Hyunjin solo estaba ahí para cumplir con su trabajo.

— No creo estar equivocado. — menciona extendiendo una hoja con sus datos personales y sobretodo su número de tarjeta.

Oh mierda.

— disculpa pero... — un suspiro fue sacado de sus labios apenas leyó el contenido de la hoja y ahí comenzó a entender un poco la situación. "Maldito Seungmin." — tú...

Lee abrió sus ojos leyendo la descripción de su supuesta compra, estaba atónito y no pudo despegar la vista de la hoja de papel. Miró al pelinegro que le sonreía de manera cálida y no evito soltar otro suspiro al encajar las piezas que le hacían falta para la tremenda insultada que le daría a Seungmin apenas lo viera.

— Seré su novio por una semana.













Hey hey, vine con otro fic.

Se supone que este tendra un poco de humor y smut.

Espero les agrade.

Bai.

Boyfriend - Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora