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La mañana daba un saludo al rostro de Felix quien molesto por los rayos del sol posarse en su rostro. Se removió en su cama pero por alguna extraña razón no podía hacerlo bien, abrió los ojos confundido topandose con unos brazos blanquecinos y un cuerpo pegado al suyo.

— ¡aaaah!. — un grito agudo hizo a Hyunjin levantarse asustado cayendo de la cama al instante y encontrarse en el suelo.

— ¿que pasó?, Mamá ya es tarde para la escuela. — dice aún dormido corriendo a levantarse y toparse con la pared bruscamente. 

Felix suelta una ligera risita que no duró mucho al ver al pelinegro jadear por haberse golpeado la cabeza. Hyunjin adolorido camino nuevamente hacia la cama, sentándose en ella y procesar lo sucedido mientras un dolor punzante prevalece en su cabeza y trasero, pero luego un leve quejido fue sacado de su boca apenas el rubio atenta contra su hombro con una de sus manos bruscamente. 

— ¡aish! ¿Por qué me pegas?. — pregunta irritado por el sinfín de dolor en su frágil cuerpo. Felix lo mira duramente con los brazos cruzados.

— te dije que durmieras en el piso. — murmura señalando a la sabana y la almohada en el suelo intacta.

— ¿que querías que hiciera?, me iba a morir de frío ahí. — contesta.

— en realidad no me interesa si te mueres de frío o no. — murmura sin expresión en su rostro. Felix logro divisar en aquel pálido rostro del más alto un pequeño o más bien, gran hinchazón en la frente de Hyunjin.

— ya veo por que no consigues pareja. — dice en voz alta para asegurarse que el chico escuchara sus palabras. Juraba que sentía su cabeza palpitar y el lugar donde el golpe fue proporcionado latir sin cesar. — ¿tienes hielo?.

Aquel pecoso ignoro su pregunta y camino hacia la puerta de la habitación, Hyunjin rodó los ojos, aquel muchacho era bastante difícil de tratar, bueno, en realidad no era de su incumbencia porque al final había tenido su pago completo,  pero le encantaba hacer bien su trabajo y Felix lo estaba haciendo muy complicado.

— que grosero. — susurró para si mismo, viendo como el menor se detenía justo antes de cruzar y mirarlo fijamente. 

— te escuche, ven, te voy a dar algo para bajar la hinchazón.

Hyunjin sonrío por algunos segundos, siguiendo a paso rápido al pequeño pecoso hacia lo que parecía ser otra habitación. Aquella casa era gigantesca, parecía que el chico mantenía una situación económica buena. Siguió con la mirada un par de cuadros en las paredes, ambos eran de lo que parecía ser un Felix de seis o siete años.

— eres bastante curioso. — dice con una sonrisa en su rostro, Hyunjin volteo a mirarlo un poco avergonzado sin contar el terrible dolor en su cabeza.

Luego de algunos pasos llegaron finalmente a la habitación buscada, entraron a esta y Hyunjin analizo el espacio esperando a Felix traer consigo un mini botiquín. Lee hizo sentarse en una silla que había en ella, aquellas cuatro paredes parecían ser de un cuarto para visitas, aunque sin cama.

—¿que es esto?. — preguntó el pelinegro con curiosidad.

— una habitación extra, aquí duermen mis visitas.— murmura Lee sacando del botiquín una pomada color verde de esta. — vas a sentir frío en la zona, es normal y tiene un olor fuerte, pero la hinchazón se irá pronto. — dice, sacando el producto con sus dedos y huntandolo en la frente lastimada del chico.

Ambos rostros estaban lo suficientemente cerca para las respiraciones se mezclaran, Hyunjin se mantenía concentrado en la cara del rubio. Los ojos del contrario concentrados en la frente del pelinegro pero este podía solo ver la constelación de pegas en sus mejillas.

— No es por nada pero, tus pecas son muy lindas. — mencionó sin pena alguna Hwang, esperando algún tipo de insulto o respuesta brusca.

Pero, nunca llegó. Felix se mantuvo callado, sus mejillas pintándose de un color carmín y sus labios apretados de la vergüenza. Hyunjin dio una pequeña sonrisa ladina, aquel muchacho siempre moría de pena con cualquier cosa que le mencionaba.

— ¡auch!. — Hyunjin soltó un quejido cuando los dedos de Lee presionaron fuerte el chichón en su frente. — que brusquedad.

— no seas llorón, ya termine, ¿donde más te duele?. — preguntó Lee, guardando la pomada en el botiquín y limpiando sus dedos. No podía mentir que en realidad estaba muy nervioso, Hyunjin le ponía los pelos de punta, aunque realmente no estaba de acuerdo con la situación, podía jurar que en algún momento del día le soltaba un suspiro. 

Es que, por favor, el chico era bastante guapo, muy torpe e idiota, sí.  Pero en realidad no se veía muy entusiasmado con la idea de haber pagado por servicio que no pidió.

Felix se podía considerar consigo mismo como un romántico, le encantaba el amor, aquel amor de novelas y casi inexistente, ese sentimiento del pecho qué te hace volar y bla bla. Pero él era adulto y afronta el mundo diariamente,  aquello solo se conseguía en los K-dramas.

Se detuvo un momento a pensar, quizás estaba exagerando y debería de dejar atrás todos esos pensamientos que lo han mantenido en una soledad deplorable. Se ha resguardado tanto para alguien en especifico que no sabe en que momento llegará, ¿quizás nunca?, o ¿este será su chico ideal?.

Sacudió su cabeza, ya estaba pensando tonterías, pero después de salir del trance vio como Hyunjin lo miraba fijamente sonriendo.

¡Diablos!, ¿por que un ser humano puede ser tan lindo?, en definitiva sus padres le habían echado muchas ganas para que saliera tan guapo.

Hyunjin volvió a chasquear los dedos, el rubio parecía metido en un trance interno. — Hey, ¿Felix en tierra?. — instantáneamente el pecoso reaccionó, Hwang se acomodo en su silla, señalando su trasero. — también me duele ahí.

— Estas loco si piensas que voy a tocar tu trasero. — dice Felix rodando los ojos.

— Me preguntaste donde más me dolía, también me duele el trasero. — dice entre risas, señalando a sus glúteos.

— no, no lo voy a hacer. — se niega, movió sus manos en gesto de negación y guardo lo que tenia en sus manos en un estante cercano a ellos.

— Eres un mal cuidador.

— piensa lo que quieras. — Dijo el rubio caminando en dirección a la puerta, más no tenía en cuenta que había un objeto en el suelo que no había visto y por ende tropezó torpemente. Esperando su caída hacia el suelo unos brazos lo agarraron justo antes de caer.

Felix miro a Hyunjin y viceversa, unos segundos quedaron mirándose fijamente, Felix podía decir en esos momentos que aquellos labios carnosos parecían inyectados con ácido hialuronico pero en definitiva ese chico unos buenos dotes físicos y su rostro parecía mantener un nivel perfecto de belleza indescriptible. 

— Se que me quieres besar, solo hazlo. — murmura el pelinegro aun sosteniendo al chico entre sus brazos.

Okey, la escena ya parecía muy de romance cliché de una novela cliché,  pero a Felix le encantaba, se sentía en un K-drama, ¿quien no se quiere sentir en un k-drama?. Pero en este caso, en vez de ser el chico malo o popular de la escuela quien se interesa en alguien tan irrelevante como él, es un chico de compañía que su mejor amigo había contratado sin su permiso.

Volviendo a ellos, Hyunjin se relame los labios, Felix tenía las mejillas apunto de querer explotar, el calor le sofocaba y el espacio personal estaba desapareciendo, no quería perder su primer beso de esa forma pero por lo menos era alguien muy guapo.

Felix se tomó unos segundos más para pensar, pero fue cuestión de tiempo para que Hwang tomara la decisión y ambos labios se vean juntos en un beso estático. Felix estaba atónito, pero aquellos labios suaves pretendían querer moverse sobre los suyos sin experiencia.

Alguien le tenia que buscar agua con azúcar urgente qué después de aquel beso se le iba a bajar la presión.

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⏰ Última actualización: Nov 11 ⏰

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