Capítulo 14 - Regreso a Nueva York

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Después de diez días mágicos en Tailandia, Freen y Becky regresaron a Nueva York con una mezcla de emociones. Habían dejado atrás las playas doradas, los atardeceres deslumbrantes y las cálidas sonrisas de la familia de Freen, pero llevaban consigo recuerdos que atesorarían por siempre.

El vuelo de regreso fue un torbellino de risas y susurros cómplices. Sentadas juntas en el avión, Freen y Becky compartieron audífonos para ver una película. Mientras compartían risas por las escenas divertidas y se sostenían las manos durante las más emotivas, ambos sabían que estaban regresando a la vida cotidiana con un compromiso aún más profundo y una promesa de amor eterno.

Cuando finalmente aterrizaron en el aeropuerto JFK, la emoción llenó sus corazones. Habían extrañado la vibrante ciudad de Nueva York y estaban ansiosas por retomar sus vidas aquí. Salieron del avión y caminaron por el aeropuerto, sintiendo la energía característica de la Gran Manzana a su alrededor.

Freen: (Sonriendo) ¡Becky, estamos de vuelta en Nueva York!

Becky: (Emocionada) ¡Sí, Freen! Extrañé esta ciudad.

Mientras esperaban su equipaje en la cinta transportadora, se comenzaron a abrazar, besar, jugar y recordando momentos divertidos en su viaje.

Freen: (Mirando a Becky) Recuerdo esa noche en la playa cuando las estrellas parecían celebrar nuestro amor.

Becky: (Suspirando) Fue un momento mágico. Y cuando conocí a tu mamá y tu abuela, fue inolvidable.

Freen: (Con cariño) Mi madre y mi abuela te adoran, Becky. Eres una parte importante de mi vida.

Finalmente, sus maletas aparecieron, y con una sonrisa, recogieron sus pertenencias y salieron del aeropuerto. Fuera, la ciudad que nunca dormía los recibía con su bullicio característico. Los taxis amarillos pasaban a su lado y las luces de los rascacielos iluminaban el horizonte.

Becky: (Mirando a su alrededor) Siempre me sorprende lo vibrante que es Nueva York.

Freen: (Tomando la mano de Becky) Esta ciudad tiene su propia magia, pero la verdadera magia para mí eres tú, mi amor.

Sonrieron mientras subían a un taxi amarillo y se dirigían a su apartamento en el edificio donde se conocieron. El viaje en taxi estuvo lleno de risas mientras seguían recordando algunas de las experiencias cómicas que habían compartido en Tailandia.

Finalmente, llegaron a su edificio, y al subir en el ascensor, el lugar donde todo había comenzado entre ellas, sintieron una oleada de recuerdos y amor.

Freen: (Mirando a Becky con cariño) Aquí es donde nos conocimos por primera vez.

Becky: (Sonriendo) Sí, en este mismo ascensor. Quién lo diría, ¿verdad?

Cuando llegaron a su piso y llegaron a la puerta de su apartamento, se encontraron con una sorpresa. Habían muchas flores en la entrada.

Freen: (Sorprendida) ¡Es un recibimiento inesperado!

Becky: (Emocionada) ¿Quién habrá hecho esto?

Freen notó una nota en las flores y la recogió. La abrió y comenzó a leer.

Freen: (Con emoción) "Queridas Freen y Becky, espero que su viaje haya sido maravilloso. Como bienvenida a su regreso, les he enviado una pequeña sorpresa. Los amo mucho. Con amor, Jane."

Becky se acercó a Freen y la abrazó con cariño.

Becky: (Emocionada) Tu madre es increíble, amor.

Freen: (Con gratitud) Lo es, bebé. Y tú eres increíblemente especial para mí.

Freen y Becky recogieron las flores y entraron al departamento, acomodaron las flores y se sentaron juntas en el sofá, rodeadas de flores . Miraron a su alrededor, asimilando todo lo que habían experimentado juntas y lo que aún les esperaba.

Becky: (Con una sonrisa) Nuestro viaje a Tailandia fue asombroso, pero estoy segura de que nuestra vida aquí en Nueva York seguirá siendo igual de hermoso.

Freen: (Besando suavemente a Becky) Así es, mi amor. Tenemos un futuro brillante por delante, lleno de amor, aventuras y sueños.

Se abrazaron y compartieron un beso apasionado, estaban en casa, en su hogar en Nueva York, donde habían construido su historia de amor desde el primer día en que se encontraron en ese ascensor.

Becky: (Susurrando) Nuestro amor es el mejor viaje, amor, y no hay otro lugar en el que quiera estar.

Freen: (Sonriendo) No podría estar más de acuerdo, Bebé. Eres mi hogar, eres mi todo.

Freen y Becky se encontraban en uno de esos momentos en los que el amor y la complicidad llenaban cada rincón de su acogedor apartamento en Nueva York. La luz del crepúsculo teñía la habitación con tonos dorados y naranjas, creando un ambiente cálido y apacible. Freen miró a Becky, con una expresión llena de amor y ternura, y tomó su mano con delicadeza.

Freen: (Con una sonrisa tierna) Becky, hemos compartido tantas experiencias increíbles juntas, y siento que nuestro amor es fuerte y verdadero.

Becky: (Asintiendo) Tienes razón, amor. No puedo imaginar un futuro sin ti a mi lado.

Freen se permitió un suspiro antes de adentrarse en el tema que había estado rondando en sus pensamientos, uno que sabía que era sensible pero fundamental para el futuro de su relación.

Freen: (Con sinceridad) Becky, quiero hablar sobre nuestro futuro, específicamente, sobre la posibilidad de tener hijos juntas.

Becky centró su mirada en Freen, sus ojos reflejando una mezcla de emociones. Habían compartido conversaciones sobre su amor y su compromiso, pero este tema era un paso completamente nuevo y significativo.

Becky: (Pensativa) Es un tema importante, Freen. Y aunque siempre he deseado ser madre, también entiendo que nuestra relación es especial y única. No quiero que nada cambie eso de manera drástica.

Freen: (Acariciando suavemente la mano de Becky) Comprendo tus preocupaciones bebé. Las comparto. Pero quiero que sepas que esta conversación no la tenemos para alterar lo que tenemos. La tenemos para fortalecer nuestro amor y para planear un futuro en el que ambas estemos felices.

Una sonrisa de gratitud se formó en el rostro de Becky al escuchar las palabras de Freen. Sabía que estaban compartiendo un momento de vulnerabilidad que, paradójicamente, los estaba acercando aún más.

Becky: (Con sinceridad) Amor, quiero ser madre contigo. Puedo imaginar a nuestros hijos llenando este apartamento con risas y alegría. Pero también quiero asegurarme de que nuestra relación siempre tenga la importancia que merece.

Freen: (Con cariño) Eso es exactamente lo que siento bebé. Deseo ser madre contigo, pero también quiero que nuestra relación continúe creciendo y fortaleciéndose con cada paso que demos.

Durante horas, compartieron sus deseos más profundos y sus preocupaciones más sinceras, tejiendo sueños compartidos sobre una familia unida y una relación sólida. Prometieron apoyarse mutuamente, sin importar cuál fuera su elección final.

Becky: (Con una sonrisa) amor, no tengo certeza de cómo será nuestro futuro, pero estoy segura de que con amor y comunicación, superaremos cualquier cosa.

Freen: (Besando suavemente a Becky) Así es, mi amor. Estamos juntas en esto, y siempre lo estaremos.

Esa noche, Freen y Becky se acurrucaron juntas en el sofá, abrazándose con la certeza de que su amor era lo suficientemente fuerte para enfrentar cualquier camino que eligieran. Habían compartido una conversación que fortaleció aún más su vínculo y les dio un vistazo a un futuro lleno de amor y posibilidades, donde la maternidad no las separaría, sino que las uniría aún más.

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