𝘿𝙞𝙖 4... 𝘾𝙞𝙩𝙖

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Caín gemía del cansancio y por supuesto el sol quemar su piel, no era una buena combinación, sentía el sudor pegajoso en su cuerpo, bajo su mirada irritado mirando a su pequeño novio sin darle importancia al clima y es que era obvio que estuviera fresco, usaba un sombrero de paja adorable y no lucia muy cansado al recorrer los prados, pararon finalmente cerca de un rio adorable.

"Vincent, pudimos haber llegado en Uber hasta acá"

Se quejó Caín mientras se sentaba en el pasto fresco bajo un enorme árbol y preparaba un pequeño picnic, se sentía cursi e incluso idiota haciéndolo pero lo que sea por Van Gogh, el pelirrojo lo miro de reojo divertido pero algo avergonzado mientras arreglaba sus materiales artísticos que su novio se tomó la molestia de cargar durante todo el trayecto con la excusa de que "Van Gogh se volvería más bajo si cargaba mucho peso" pero eso no le molestaba a Caín realmente.

"Caminar te hará bien, el único deporte que haces es golpear a personas con JFK..."

Dijo el pintor aparentemente disgustado, él había sido una de esas personas que pasaron por los puños o al menos de JFK y Caín. El castaño rodo los ojos mientras aclaraba su garganta y gruñía en dejar la discusión en este momento, sirvió un poco de comida y puso algo de música, clásica, tenía un gusto peculiar por ella, muchas veces se sentía como ese tipo de la naranja mecánica escuchando a Beethoven.

Una tarde agradable para ambos, era la primera vez que Van Gogh se animaba a llevarlo a aquel lugar y la primera vez que salían juntos en lugar de quedarse encerrados en casa, no hicieron algo precisamente juntos, Caín escribiendo letras para canciones que nunca cantaria por su terrible voz y leyendo poesía para más inspiración, Van Gogh pintando con rudeza y bufando como una máquina de vapor, otra cosa en la que era terriblemente parecido al verdadero Vincent Willem Van Gogh. Empezó a oscurecer, Caín gruño mientras daba un último sorbo a su lata de cerveza, miro a su novio, este se detuvo de pintar, sus manos llenas de pintura y también su rostro, sonreía radiantemente, Van Gogh siempre le pareció un raro, siempre serio, siempre deprimido... pero cuando sonría realmente podía compararse con el sol, lo amaba.

Vincent se dirigió el pincel a los labios para limpiar la pintura de este, un mal habito suyo, Caín se levantó y se arrebató para limpiarlo a la orilla del rio, se le ocurrió ver la pintura...

"Te mueves demasiado, eres terrible como musa"

Se burla el pelirrojo con una sonrisa, empezó a guardar sus utensilios y por supuesto el desastre de comida que hicieron cuando se tomaron el tiempo de compartir una comida en el transcurso de su tranquila tarde. Caín se acerca a besar su frente al instante una vez despertó del trance de aquella pintura, nada más ni nada menos que el castaño refunfuñando el ceño y leyendo con cada gota de pasión plasmada en la obra. Vincent sonrió sabiendo que le gustaría, hablaron el resto del camino sobre tonterías vánales, cosas que los unían y uno que otro beso robado por el castaño... no era la cita que muchos quisieran, no hablaban demasiado y se disfrutaban individualmente de sus actividades pero a la vez en su compañía, mirándose en minutos con afecto... esa era la clase de citas que disfrutaban, ser ellos mismos sin forzar su compañía.

𝐒𝐞𝐥𝐟- 𝐒𝐡𝐢𝐩 𝐒𝐞𝐩𝐭𝐞𝐦𝐛𝐞𝐫... 𝐕𝐚𝐧 𝐆𝐨𝐠𝐡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora