~Sugar Daddy~

Capítulo I

Un hermoso amanecer se asomaba entre las montañas de Konoha, un tono entre rosa y anaranjado que cubrían el amplio cielo.

Esta hermosa vista fue capturada por un joven peliplata de 20 años, de tez blanca y un delicado lunar en su rostro que resaltaba su belleza.

Kakashi miró la foto y sonrió de lado al tener una captura perfecta.

"Con esto podré ganar el concurso" pensó.

Tomó su mochila y caminó entre las calles para tomar el autobús e ir a la universidad.

~•~•~•~

-¡¡Un dos tres cuatro, arriba!!- indicó una joven castaña de 19 a sus compañeros, quienes alzaron a las chicas en el aire para después atraparlas.
-¡Perfecto, con esto hemos terminado el entrenamiento!- aplaudió el esfuerzo de sus compañeros y cada uno fue tomando sus cosas y despidiéndose de la castaña.

-¡Adiós Rin!-

-¡Adiós!- la chica entrecerró los ojos al ver una cabellera plateada andar entre los estudiantes y sin dudarlo corrió hacia él.
-¡Kakashi!-

El peli plata detuvo su andar y le sonrió a la castaña quien prácticamente se lanzó a el para abrazarlo.

-¿Cómo está mi artista favorito?- preguntó Rin una vez que se separó del abrazo.

-Con una buena fotografía para ganar el premio- Kakashi levantó un poco su cámara para sacarle una foto a su amiga quien no dudó en posar.

-Estoy segura que ganarás el premio de medio millón con esta foto- el Hatake comenzó a reír ante su comentario.

-No quedaría ni entre los 100 mejores con esta foto- la castaña, indignada le soltó un golpe en el estómago.
-Deberias haber entrado al equipo de boxeo y no el de porristas- dijo Kakashi sobando el área golpeada.

-No me interesaba ese club. Además, los chicos en el equipo de porristas son lindos y más los de fútbol a quienes apoyamos cada sábado- sonrió embobada al pensar en sus compañeros de equipo.

Kakashi rodó los ojos y ambos caminaron a su siguiente clase.

Cuando las clases terminaron, Kakashi tomó el autobús en dirección a su casa, que lo dejaba a tan solo unas cuadras.

Caminaba tranquilamente mientras contemplaba el atardecer, sin darse cuenta que tres hombres comenzaron a seguirle.

Las calles estaban desoladas y los callejones eran un poco oscuros, pero eran la mejor ruta de Kakashi para llegar a casa. Solo que este día no era el indicado para tomar atajos.
Ya que, al momento que Kakashi puso un pie en aquél callejón, dos hombres lo tomaron de los brazos y lo jalaron a la oscuridad de aquel frío y sucio callejón.

Kakashi estaba aterrado por la situación, que por obvias razones intento escapar forcejeando en vano. Los hombres eran más fuertes que él.

-¿Qué tenemos aquí? Un lindo conejito asustado- se burló el tercer hombre mientras ponía un cuchillo sobre el cuello del peli plata, y este por instinto se alejó un poco.
-Revisemos cuánta plata tienes encima-

Kakashi cerró los ojos sintiéndose asqueado de ser manoseado en partes que ni siquiera estaría su billetera. Solo deseaba que está situación terminase pronto.