8. Hablando sin hablar

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Se quedaron viendo a los ojos un momento

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Se quedaron viendo a los ojos un momento. Hablando sin hablar y a la vez diciéndose todo. El amor estaba ahí, reflejado en los ojos del otro mientras sus corazones palpitaban a un ritmo descontrolado. Se besaron de manera lenta y suave, disfrutando de la sensación de irrealidad que les provocaba. Era como estar en un sueño, uno que recién empezaba y con suerte jamás terminaría. Con sus corazones empezando a latir al unísono, con sus almas empezando a reconocerse y unirse para siempre. —nuevamente— y las veces que fuera necesario. Porque tenían toda una vida para conocerse y amarse. Una vida entera para estar juntos. Y esa noche era el inicio de esa vida.

Jimin sentía su corazón latir tan fuertemente dentro de su pecho que por un momento tuvo miedo de que se le fuera a escapar por la boca. Jungkook le gustaba demasiado, se pasaba los días suspirando por él. Y nunca lo dejaría. Se besaban con tanta intensidad, que los besos suaves quedaron olvidados. Jungkook tomó entre sus brazos al menor y lo levantó, sentándolo de golpe sobre la encimera, su lengua se movía por toda su boca y Jimin sintió que ya no podía respirar. No sabía que estaba pasando con él, nunca había sentido ese extraño calor recorrer su cuerpo, sentía que la sangre en sus venas corría como lava hirviendo. Era más intenso que todas las veces anteriores ¿Cómo era posible? Jungkook lo besaba desenfrenadamente y sintió que algo en sus pantalones crecía de manera descomunal. Le gustaba esa sensación. Dulces gemidos fueron arrancados desde el fondo de su garganta, ya estaba perdiendo el control. En un movimiento rápido ya había retirado la sudadera que llevaba puesta su omega, arrojándola a cualquier lugar, el ruido de las cosas cayendo lo pusieron en alerta.

—Jungkook

—¿Que sucede precioso? —las mejillas de Jimin se tornaron carmesí al escuchar que lo llamaba de esa manera tan tierna—¿Quieres que pare? —Jimin se separó y lo miró con duda—. ¿Crees que aún no debemos? Lo siento, pero he estado esperándote tanto tiempo que no... —Un dedo aterrizó en sus labios, evitando que continuara su discurso.

—Shhh, me refiero a que aún estamos en la cocina, mi madre o la abuela pueden llegar en cualquier momento.

Jungkook sonrió.

—Tienes razón, precioso. No queremos que presencien nuestro primer encuentro amoroso.

—Kook... —Bajó la mirada avergonzado.

Y ver como el omega se sonrojaba y hacía un tierno puchero, lo descontroló de nueva cuenta. Levantó a Jimin entre sus brazos haciendo que este lo rodeara con sus piernas y se encaminó hasta la habitación. Su olor lo estaba matando, necesitaba sentirlo. Ya no podía seguir esperando, necesitaba desesperadamente marcarlo y que fuera solo suyo. De una vez y por todas.

¿Por qué no estoy resistiéndome? Pensaba Jimin, mientras Jungkook dejaba suaves besos, salpicados por todo su rostro.

¿Por qué me siento tan malditamente bien? Dios, soy tan feliz.

Jungkook entró en la habitación de Jimin cargándolo y él abrazándolo cual Koala.

—¿Estás listo Jimin?

"Desde siempre", pensó él, pero no lo dijo. Se sentía avergonzado al pensar que Jungkook y él estarían juntos, por fin. No podía creer que después de haber esperado tanto tiempo, le estaba llegado el momento de saborear la verdadera felicidad. Jimin estaba enamorado de Jungkook, era maravilloso estarlo de alguien que lo correspondiera. Estaba a punto de conocer la respuesta a todas esas preguntas que nunca había podido responderse.

—Estoy listo Jungkook. —Susurró.

Jungkook volvió a atacar su dulce boca con un beso cargado de pasión y deseo. Que sólo terminó por la falta de aire.

—¡Mierda! Hueles jodidamente bien. No te imaginas lo difícil que ha sido para mí, el tenerte cerca y no enloquecer a causa de tu olor. Te deseo Jimin, quiero poseerte, hacerte mío y pertenecerte solo a ti, ya no lo soporto más. Tengo que follarte precioso.

Jungkook le había dicho que lo iba a follar y sus palabras lo excitaron, provocando que su pene despertara dentro de su ropa interior. Él quería tocarlo, quería atraerlo más hacia él, y aquel pensamiento lo escandalizó, estaba nervioso no podía controlarse, y sin embargo allí estaba, dispuesto a entregarse a ese hombre que lo traía loco.

Jungkook aprisionaba sus manos con una sola de las suyas, mientras que la otra había descendido hasta su abdomen plano. Jimin casi lanza un grito de placer, pero se contuvo mordiéndose el labio. Ni siquiera habían llegado a la cama y no quería verse tan descontrolado, pero la verdad es que le costaba mucho trabajo mantener la compostura en una situación así. Las manos de Jungkook eran grandes y podía manejar la situación a su antojo, tenía tanta fuerza y él solo se dejaba llevar. Sintió como una de aquellas manos subía por su torso, haciéndolo sentir escalofríos placenteros, hasta que llegó a su pezón derecho y comenzó a acariciarlo. Jimin estuvo a punto de correrse en ese preciso instante y fue entonces que la cordura terminó por abandonarlo. En lo único que podía pensar era en que quería desesperadamente sentir aquella piel, quería tocarlo, recorrer con sus pequeñas manos todo su cuerpo. Intentó liberarse de su agarre, pero Jungkook seguía jugando con sus labios y estimulando su pezón sin cansancio, dejándolo muy sensible y excitado.

—Ahh Jungkook... —alcanzó a decir con voz entrecortada— ¿Puedo...to...carte?

—Puedes, —respondió él entre beso y beso, tomando un rápido respiro de aire, pero sin soltarlo.

Jungkook se alejó un poco de él y lo contempló de una manera que Jimin no pudo descifrar ¿era deseo? Por un instante pudo notar como sus ojos pasaban entre ser azules a un tono amarillo y fue ahí donde supo que la lujuria lo estaba dominando, pero sus ojos volvieron a cambiar, vio sus pupilas dilatarse, era extraordinario verlo así y por alguna extraña razón aquello le cortó la respiración. Jungkook lo tomó entre sus brazos en un movimiento ágil y un segundo después estaba tendido de espaldas en la amplia cama. Terminó de quitarle por completo la ropa que tenía puesta hasta dejarlo totalmente desnudo.

Estaba desnudo ante la persona que amaba. Se sentó de pronto y Jungkook lo observó, con mirada expectante. Sus miradas se encontraron, Jimin respiraba con agitación, y vio como Jungkook se relamía los labios. Sus ojos se abrieron como platos cuando en una milésima de segundos Jungkook volvió a apoderarse de sus labios y Jimin dio un grito cuando los abandonó, para apoderarse de su miembro. Arqueando la espalda y lanzando su cabeza hacia atrás sobre la cama al ser arrasado por un intenso placer, se revolvió, tocando el cabello suave de Jungkook entre sus piernas. Iba a enloquecer, no podía pensar, solo podía concentrarse en la sensación de aquella boca succionando su pene sin cansancio y sin darle un respiro. El corazón iba a escaparse de su pecho. Iba a correrse, podía sentir el calor subiendo. Estaba a punto de explotar, iba a...

—Ahhhh Jungkook, no... pue...do...

El orgasmo le llegó de prisa, tan abrasador que lo dejó completamente lánguido y sin fuerzas, respiraba entrecortadamente con los ojos cerrados, disfrutando de aquella deliciosa sensación que recorría todo su cuerpo.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Soulmate - KookMin HP27Donde viven las historias. Descúbrelo ahora