Cap 2

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Desperté con dos monos saltando en mi cama, me levante de muy mal humor por esos dos monos, si llegábamos a hacer partido les rompería la cara.

Bajamos a desayunar a las ocho, comí un yogurt con un tostadito, no tenia mucha hambre porque los dos monos que tenía en frente me sacaron el apetito, el humor y las ganas de vivir

- Hoy será el entrenamiento mixto, a las 10:00 AM nos pasará a buscar un micro para ir al estadio. Quiero que en el entrenamiento no sean ignorantes, estos entrenamientos son para que se amiguen y se diviertan, a las 12:15 almorzaremos con ellos para que se conozcan mas- dijo el entrenador

- Mira vos, en el almuerzo vas a buscar a tu presa- dijo Sánchez

- Uy cállate un poco, pero sabes que, me encantaría tener un amigo japonés

-yo tengo en amigo ahí- dijo Loser

-Posta?

-si, es el capi, es re copado, parece que no pero sí

Estuvimos hablando un poco más sobre el entrenamiento, me contaron que había un japonés que jugaba súper bien y también era muy divertido, también que era amigo del amigo de Loser que se llamaba Ishikawa y que tenia el numero 12, no sabían como se llamaba pero recordaban su cara.

Llegó el micro y subimos todos con los bolsos para entrenar. Al llegar teníamos que caminar un poco para llegar a la cancha, Loser me pisaba las crocs por atrás en el camino, ya harta, me la saque y se la tire en la cabeza, nadie nos vio porque estábamos en el fondo, Loser levanto la croc y me la tiro a mi

Caminábamos con los demás entre risas y chistes muy malos.
La cancha era enorme, en realidad, había dos canchas separadas por un pedazo de tela que colgaba del techo. Vimos a todos sentados en una de las canchas, y al vernos, se levantaron y nos dieron la bienvenida

- Bienvenidos a todos, muchas gracias por aceptar a venir a este entrenamiento, jugaremos partidos mixtos para conocernos mejor y después iremos al bufet a almorzar. Tendrán unos 5 minutos para que se preparen y hablen- dijo el entrenador de Japón

Como vi que Loser se fue a saludar y me quede sola, me senté para comenzar a prepararme. En eso, vi a una chica alta acercarse a mi

- Hola, ¿me recuerdas? Jugaba contigo antes

- Hola, te me haces conocida pero no recuerdo tu nombre

- Me llamo Sarina, me encantaría ser tu amiga, antes ni nos hablábamos, pero puede cambiar ahora

- Bien, ¿me ayudarías a pararme?

Ella se rio y me ayudo a pararme, me di cuenta que era una chica muy buena, en tres minutos me conto toda su vida y lo que hacia cada día, era muy divertida, ya sabia con quien almorzar hoy

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