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Lili

-¿Que dijiste?- dijo Amon atrás de ellos

-Que no soy virgen, no es la gran cosa, deje de serlo hace mucho tiempo, además los demonios no utilizamos ese término, se nos hace muy estúpido utilizar esa palabra- dije mientras comía una poco de fruta

-Con razón no encontré sangre- dijo molesto, y ahora por que se molesta, el también lo ha hecho

-Hermano que vamos a hacer- dijo Amanda preocupada

-Solo nosotros vamos a saber, nadie más se va a enterar, sería una deshonra- dijo muy serio, no me importaba de lo que hablaran, sería otra cosa de la cual no estaría de acuerdo -Vamos a desayunar- todos se sentaron, como yo ya había acabado, me levante y me fui a la cocina, ahí estaba Lucy lavando los trastes, me senté en un banco y me puse a mirar por la ventana, no sé qué me paso, no sé qué me hizo que me acostara con él, pero sé que no volverá a repetirse, ya habían pasado unos minutos, Amanda entro a la cocina.

-Nana, ya terminamos de desayunar- dijo con su misma sonrisita, ¿enserio no se cansa?

-Perfecto, mandare a limpiar- se fue en busca a las sirvientas

-¿Cómo te sientes?- pregunto Amanda

-¿Por qué te interesa?- respondí fría

-Aunque no lo quieras eres mi cuñada y mi luna-

-Todo estará mejor cuando me vaya- dije en susurro aunque sé que me escucho, los lobos tiene buena audición

-Mi hermano va a convocar una junta con toda la manada al anochecer, han habido muchos problemas con las criaturas y queremos que cuando se inicie la guerra todos sepan que hacer en el momento y evitar pérdidas- dijo cortante, así debería ser siempre y no venir con su sonrisita hipócrita, luego se fue, me fui al patio trasero todo está tranquilo, le sigo ayudando a Amon con sus poderes de tierra, pero el solo ya los domina, es bueno en lo que hace, aprende muy rápido, el gran día se acerca lo puedo sentir, necesito estar lista para ese momento, siento como cada vez mi fuerza aumente, mi deseo de sangre se incrementa, mi deseo de luchar, mi hambre del miedo, muy pronto, quiero que ya llegue ese día, quiero ver la cara de todos cuando se den cuenta que no pudieron doblegarme, que no me pudieron encerrar y manejar a su antojo, quiero que vean como me voy siendo libre y me voy lejos de todos ellos.

-Déjenme pasar- se escuchó una voz de mujer, maldita sea conozco esa horrible voz

-Perdone mi luna, la señorita Sara quiso pasar-

-Quiero hablar con Amon- dijo exigiendo, genial no puede ser mejor mi día

-Mi hermano te expulso de la manada-

-Solo quiero decirle algo después me iré-

-Bien iré por el- se fue, yo mientras seguí ignorándola

-Sabes, me hubiera gustado tortúrate más, es divertido ver como tu propio mate te odia por ser débil, es divertido ver como tu mate en lugar de protegerte como hacen todos él te tortura, débil omega- dijo en susurro, eso me enfureció nadie me llama débil

-Mira estúpida, te dije que te podías quedar con él, pero no fuiste lo suficiente lista para hacer que te dejara quedarte- sin que lo viera venir, me dio una cachetada –Ahorita que vea al alfa y se dé cuenta que soy mejor que tú, estarás en los calabozos solo para darle hijos y que yo los crie

-Como te a través a tocarme- sentí mi cuerpo caliente, una ira recorrer mis venas, sentí mis ojos cambiar, Sara de un momento a otro empezó a dejar de respirar

-¿Qu...e p.. pasa?- trato de decir

-Simple, te vas a morir, no debiste tocarme- su cuerpo empezó a ponerse cada vez más pálido hasta que deje de escuchar su corazón, cuando impacto el suelo desapareció, genial mis poderes vuelven, me senté de nuevo y actué como si nada

DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora