Fontaine siblings ♤One shots♡

Pijamadas familiares diurnas 💤

Caminaba hacia casa cansado, tambaleándose. No se había sentido muy bien desde que la chica del pájaro de vapor lo había empezado a perseguir para hacerle, según decía ella, una pequeña entrevista. Odia ser el centro de atención, estar en la portada de una revista era casi parecido. Salió corriendo inmediatamente sin dejar a la chica terminar de hablar sobre la recompensa. Ella era algo persistente, no se detuvo fácilmente, tuvo que dar varias vueltas por el mismo lugar para perderla. Quería llegar a su casa y acostarse, tomar una pequeña siesta. Con lo que le dolian las piernas y con lo que le costaba respirar no pensaba ir a bucear esta tarde. Iría después, si, más tarde, a la noche. Sus hermanos no tendrían problema en dejarlo ir a bucear a esas horas.

Abrió la puerta en silencio, despacio y observó a su alrededor, cerrando la puerta detrás de él. Lyney y Lynette no habían llegado todavía, agradecía eso por un lado. Pero también le gustaría que estuvieran ahí, se siente muy seguro cuando alguno de ellos está cerca.

Se acercó al sofá rojo y tomo asiento, soltando un largo suspiro de alivio y recuperando la respiración. Forcejeo con las botas hasta que pudo dejarlas a un lado. Miró con enojo y cansancio las escaleras hacia su habitación, que flojera, mejor tomar la siesta en el sofá. Después de todo, tampoco esta tan mal.

Dejo su boina en la pequeña mesa al lado del sillón, acomodo la almohada y reposo su cabeza, se acurrucó y el sueño instantáneamente le ganó.

El joven mago soltaba un gran y audible bostezo mientras se dirigía a casa junto a su hermana gemela. Habla sido un día muy agotador, un show bastante agotador.

-Aun no puedo creer que haya ido tanta gente...- la chica se estiraba en el lugar.

-¿Verdad? Hicimos una buena fortuna hoy. ¿Freminet se habrá enojado porque no llegamos a casa?

-No lo creo... Es más, quizás no esté en casa, a esta hora suele ir a bucear.

-Ah, cierto.

Lyney nuevamente bostezo.

-Un rato más, Lyney, aguanta un rato más- su hermana le palmeó la espalda- Ya llegamos a casa, cuando estemos ahí puedes tomar tu merecida siesta de belleza.

No tenía nada más sueño, se sentía muy mareado. "Es por el calor" le había dicho la señorita Navia cuando se la encontraron a la salida del Teatro. Parecía tener razón, hacía un calor insoportable el día de hoy. Decidido, primero se daría un baño, después tomaría una siesta. No iba a poder dormir mucho, había tenido la increíble idea de invitar al viajero a cenar. Se pasó la mano por el rostro con frustración.

-Si iba a saber que tendríamos un día tan atareado y que iba a hacer tanto calor no hubiera quedado de acuerdo con Aether.

-¿No puedes pedirle que queden otro día?