Fontaine siblings ♤One shots♡

💢Rage Room💢 Parte 2

Atencion: AU Moderno.

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   Lyney, aun con los ojos cristalizados por el llanto, observaba el gran reloj cercano, avisando que faltaba una hora y media para que terminara el año. El solo hecho de pensar que estaba por empezar un nuevo año y que sus hermanos no iban a estar con él le estrujaba el corazón.

  Hacia un frío impresionante, y los negocios ya habían cerrado sus puertas, todo el mundo se dirigía a casa a celebrar con sus familias. Debido a esto último, la señora del local le pidió que se largara de la entrada, así que ahora se encontraba caminando por las calles sin rumbo y ahora estaba frente el "Bistró Debordr".

  Observaba un punto fijo, lamentándose de sus propias palabras y actitud, cuando una voz familiar lo llamo.

—¿Lyney?

  Era una voz dulce, delicada, de una joven. Y la reconocía muy bien. Se dio la media vuelta para encontrarse a Navia, esta venia junto a Clorinde y parecía ser que ambas recién salían del restaurante.
 
  Navia es una mujer alta, de piel clara,  ojos azules y pelo largo rubio. Ese dia llevaba un vestido en tono azul medianoche y decoraciones doradas, un abrigo color crema, adornado con piel sintética en la capucha y los puños. Complementa su conjunto con medias tupidas y botas altas de cuero negro para protegerse del frío. Unas joyas sencillas, como unos pendientes y un brazalete dorados.

  Y Clorinde es ligeramente más alta que Navia, tiene el pelo azul oscuro,  peinado en una coleta baja con parte del cabello cubriéndole parcialmente el ojo derecho. Ella viste un abrigo corto de color berenjena, con un cuello alto y detalles de piel sintética que le dan un toque contemporáneo y cálido. Debajo, lleva un vestido de terciopelo negro, resaltando su estilo único. Opta por medias oscuras y botines de tacón alto en tono negro, agregando un toque de sofisticación y contraste. Complementa su look con unos pendientes de un azul apagado en forma de gota de agua los cuales llevan detalles morados para resaltar sus brillantes ojos púrpura y un brazalete llamativo.

  Recientemente habían declarado públicamente sobre su relación, así que no le sorprendió cuando las vio a ambas de las manos.

—¡Lyney! ¡Que alegría verte!— La rubia se acercó rápidamente a él, dándole un fuerte abrazo.

  El contrario acepto el abrazo y Clorinde simplemente hizo una pequeña reverencia, pero se mostro preocupada al ver el rostro cansado del muchacho. Cuando Navia se separo, su expresión alegre cambió a una de angustia al notar los ojos rojos e hinchados del joven mago.

—Lyney... ¿Sucedió algo?

—¿Esta todo bien?— pregunto Clorinde.

   Lyney no pudo articular palabra alguna antes de romper en llanto, ninguna de las dos entendía la situación, pero, aún así, lo acompañaron hasta un banco cercano, le ofrecieron algunos macarrones que traía Navia en su bolsa e incluso le compraron un café para intentar tranquilizarlo. Deben haber pasado unos diez minutos, pero Lyney ya se veía bastante bien. Navia estaba a su lado, acariciándole la espalda.

—Muy bien, Lyney. Muy bien... Ahora cuéntanos, ¿Qué fue lo que paso? ¿No iban a ir tu y tus hermanos a pasar año nuevo?

  El joven mago le explico la dolorosa confrontación con sus hermanos, entre sollozos y tartamudeos, dejando que sus ojos se llenarán de lágrimas en algunas partes de la historia. Ambas muchachas quedaron sorprendidas, pues nunca pensaron que los hermanos podrían llegar a pelearse de esa forma al ser tan unidos. Navia soltó un gran suspiro, le dio a Lyney un abrazo y dijo: