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Los conciertos de Los Ángeles habían salido perfectos, estaba yendo a la azotea de este nuevo hotel a distender con unas bebidas. Nadie había quedado. El staff de bailarines había salido a festejar, lo mismo con el personal. Los miembros se habían ido a cenar con artistas locales, otros asistieron a invitaciones vip, pero no tenía ánimos de salir.

Me sentía cansado del show, del ensayo y no deseaba tener que complacer a nadie.

Me senté en la cornisa, y abrí mi cerveza

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Me senté en la cornisa, y abrí mi cerveza. Di dos sorbos mientras reproducía mi lista de canciones favoritas. Estaba tan inmerso cantando que no fuí consciente de cuándo ella entró en cuadro.

—Tu voz nunca decepciona.—me giré de inmediato.—Me siento una fan afortunada.—agregó esbozando una sonrisa. Se la devolví.

Estaba sorprendido de verla pero también estaba feliz de que no hubiese salido con los demás chicos. Ella se acomodó a mi lado y le hice una señal de aprobación. Mi corazón estaba palpitante por volver a tener esta oportunidad.

—Te vi venir, te seguí.—aviso mostrando los aperitivos en sus manos, y otras dos botellas de cerveza. Sonreí.

—En realidad eres una sasaeng.—acuse. Rió.—Te hacía en el centro de una pista de baile con unos tragos y tu escuadrón.— mencione.

Dió un sorbo a su botella y negó con una sonrisa.

—Amo bailar, pero no ir a ese tipo de lugares. Me gusta más este plan.—señaló a nosotros.

—Es bueno saber que soy un buen plan.—dije.

—Por supuesto.—confirmó. Tragué duro.—Así que de esa forma me ves eh...—cambió de inmediato el curso de la conversación.

—Supongo que tendemos a sacar conclusiones apresuradas sin conocer.—dije con ambigüedad. Sabía que ella no tenía las mejores ideas sobre mí.

—Puede ser...—pensó.—En realidad, siendo sincera, creí que eras un idiota superficial cuando te conocí.—soltó sin timidez alguna.

Esboce una sonrisa, al ver que ella no podía mentir. Era honesta.

—Ouch.—gesticule el dolor. Sonrió.—No sé qué hice para que creyeras eso, pero me alivia saber que ya no lo piensas.—arrugue mi nariz. Miró hacía otro lado de repente.

Dió un largo sorbo.

—Supongo que juzgamos sin conocer, los dos.—dijo— No tiendo a hacer eso, pero un día que los escuche bromeando sobre chicas, sobre tú y chicas en realidad—aclaró— Me desagrado la idea de que pasaras de mujeres y no te importe aquello.—alzó los hombros.

—No es así.—me defendí.—En realidad, ellos no saben sobre mis asuntos y es por eso que crean esas tontas fantasías sobre "Jeon Jungkook el playboy".—bromee.—Lejos estoy de tener algo que contar, esa es la triste realidad.—finalice.

SLOW DANCINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora