Duele, duele mucho. Esa noche que incluso la luna cayó y así entendí que todo esto concluyó. Tus ojos llenos de lágrimas y yo guardando en mi corazón cada una de tus palabras tan cálidas.
Hay veces que desearía no haberte conocido, nunca haberte tenido, pero no puedo revertir el pasado porque esto quiera o no, ya se ha dado. Está lloviendo y ese día no dejo de pensar, ¿por qué de un día a otro te comencé a cansar?
Solía creer que el amor no existía, al final sólo lograste confirmar lo que mi mente creía. Pero bueno, supongo que así es la vida, así es el sistema y no lograré cambiarlo por más que quiera.
Todo es pasajero, hasta aquello que te hace creer que nunca llegaría a serlo. Miles de oportunidades te di, pero cuando fallabas y volvías yo de nuevo te decía que sí. Te idealicé, algo diferente de ti pensé, pero me bajaron de mi nube y una percepción real tuya al fin tuve.
Me merecía algo mejor.
La vida se trata de soltar algo en el pasado, algunas veces es más complicado, tienes que soltar cosas que a ti nunca se te habían otorgado. Entendí, así como alguna vez creí.
La luna sabe lo mucho que por ti rogué y lo rápido que de hacerlo me cansé. Pero, así como ese día, la luna se irá, de mí y de todos se esconderá y llegará algo mejor, con suerte el sol al fin me llenará de color.
-Nina.