Extrañarte todos los días dándome cuenta que ya no puedo escucharte, verte ni abrazarte. Me mueve cada palabra que alguna vez dijiste y estoy seguro de que aunque pasen nueve horas o nueve años no te olvidaré.
Llueven tus recuerdos y me inundo de ti, deja de estar en mi corazón porque estoy a un paso de perder la razón. ¿Por qué te fuiste? Aunque tal vez fue mi error, te di todo sabiendo que te largarías de cualquier modo.
Qué fastidio es amar, amarte a ti.
Los minutos sin ti se vuelven días creyendo que todavía estás aquí haciéndome compañía. Mis amigos dicen que te supere, que me rinda y ya no te espere, pero, ¿cómo hacerlo si mi corazón creía que esas veces que juntos habíamos reído jamás se convertirían en sólo un delirio?
Aún no logro comprenderte, no puedo odiarte y me es difícil quererte. Aún así te extraño, te amo independiente del daño. Me amaste, disfrutaste y luego me desechaste. Te lo di todo, pero tal vez no lo suficiente. ¿Te di razones para irte? O quizás simplemente no te di motivos por los cual quedarte.
Te deseo pero no soportaría volver a verte, sé que te volvería a dar el deseo de irte. No quiero quererte, pero desde un principio no me diste motivos para llamarte.
Volvería a caer en tus mentiras y cometería los mismos errores, con gusto dejaría que rompas mi corazón de nuevo.
Devuélveme mi felicidad, no dejaré que tengas algo mío, yo nunca obtuve nada de tu parte, sólo mensajes tontos diciendo "qué bueno es amarte".
Vuelve, pero sólo para dejarme lo que de mí te llevaste.
Te amo, y no lo veo de otra manera.
-Nina