[✓] ❝𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 ❞ - 𝔐𝔞𝔱𝔱 𝔖𝔪𝔦𝔱𝔥

ENFERMA (2)

Niña Enferma
Parte 2.

Advertencia: leve mención de abuso leer con precaución. A parte del * comienza la mención.

Dicho y hecho.

Matthew Smith jamás se equivoca.

Amelia se había levantado peor que ayer.

Había pasado toda la noche con fiebre,aunque logré bajarsela después de dos baños. En la que no faltaron los sollozos y las quejas.

Pero hoy se había levantado con congestión nasal, dolor de cabeza y tos. Y sin contar que se la veía terriblemente cansada.

No logré que desayunara más que unos de fruta picada y agua con mucho hielo.

Para el medio día había vuelto a levantar fiebre y fue cuando realmente me canse de su capricho de no ir al hospital.

Prepare todos, papeles del seguro social, Documentos de identidad, y su expediente médico.

Oí sus pasos acercarse por el pasillo, tomé mí billetera, mí celular y mí abrigo. Y me giré justo cuando su cabellera rubia se acercaba por la puerta.

Sus ojos azules me examinaron, sus iris resplandecían en una creciente furia.

— Daddy, ¿Qué haces? —preguntó sosteniendose de la puerta. La madera cubría la mitad de su cuerpo dejándome ver solo su cabeza y sus manos.

—Buscando tus cosas. —respondí mientras metía en su bolso de salida las cosas debíamos llevar.

—¿Cuáles cosas Daddy?

—Las cosas que necesitas para ir al hospital cielo.

—Yo no necesito ir al hospital. —ella rápidamente entró a la habitación, y con ella lo hizo un ataque de tos. Tuve que golpearle la espalda cuando pareció que se ahogaba.

—Oh por supuesto que no necesitas ir —dije irónicamente. Alce el bolso cuando ella intento alcanzarlo. — quiero que te vistas y bajes en diez minutos.

—No voy a hacer eso.

—Si lo harás, por qué si no irás al médico con el culo rojo.

El color carmesí se extendió por su rostro. Ella dio un pisotón y negó nuevamente.

—Milly. —gruñí mirándola. Ella volvió a negar.—Amelia.

—No quiero ir. Tomaré paracetamol cada ocho horas por una semana y me pasará.

Solté un bufido y guardé todas las maldiciones en lo profundo de mí garganta.

—Amelia que yo sepa, no tienes un título en medicina. —ella iba a retrucarme, pero seguí—. Así que ahora mismo te vas a vestir y bajarás pará ir al doctor. Por qué no dejaré que te mediques sola.