04 - La muerte no es facil de olvidar

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Había pasado una semana desde que Beomgyu comenzó a acompañar a Yeonjun a todos lados.

Esta vez salió de su urna como era de costumbre en las mañanas y al caminar un poco por el templo se encontró con la señora Cha y la joven Yeongseo sentadas en el centro del recinto.

—Buenos días Beomgyu, ¿de nuevo irás con ese tal Yeonjun?

Yeongseo recibió un pequeño golpe por parte de la señora Cha (Una mujer de 40 años que había muerto por la guerra de Corea).

—Niña, nadie más debe saber eso... —exclamó algo molesta.

—Lo siento, es que me emociona saber que Beomgyu encontró a alguien que podrá ayudarlo a subir.

El mencionado comenzó a reír mientras negaba.

—Hoy no estaré con Yeonjun, iré a Daegu a visitar a mis padres.

—¡Oh, pequeño! Cada mes vas a visitarlos ¿No es cansado para ti viajar por tantas horas? Ellos deberían venir a visitarte —exclamó la señora Cha muy indignada. —¿Que les pasa a los padres en estos tiempos? No puedo creer que son incapaces de visitar a su hijo muerto.

—No importa si ellos no lo hacen, señora Cha, quiero ver como son sus vidas a un año de mi partida.

Beomgyu miró el reloj sobre el escritorio del velador.

—¡Ya debo irme! El tren no tardará en pasar, ¡adiós Señora Cha y Yeongseo!

El joven salió corriendo del lugar atravesando la puerta de cristal.

—Esa familia no merece a Beomgyu...

—¿A que se refiere, señora Cha?

—No lo sabes porque llegaste hace siete meses, pero durante su funeral solo lloraron un amigo y su hermana, sus padres no soltaron ni una sola lágrima... Beomgyu estuvo dos días seguidos llorando en aquella esquina mientras le suplicaba a sus padres que lo perdonaran... Los padres en estos tiempos son muy duros con sus hijos.

La cara de Yeongseo mostró una expresión de sorpresa y tristeza a la vez.

—Eso es horrible... ¡Aún así Beomgyu siempre piensa en ellos!

—Aunque trates mal a un cachorro, él siempre se alegrará al verte... Solo espero que no falten a su primer aniversario.

...
Beomgyu se encontraba descansando en un asiento del tren para iniciar su travesía hacia Daegu; la mayor ventaja que tenía era que no debía de pagar nada, solo atravesar la puerta y listo.

Pasó horas viajando hasta llegar a la casa donde fue criado antes de ir a Seúl, al entrar al patio fue recibido por el perro familiar que adoptaron cuando Beomgyu tenía 15 años, quien comenzó a ladrar y a llorar emocionado al ver a Beomgyu.

—Hola Pucca ¡¿Me extrañaste?! ¡Yo te extrañé muchísimo! —exclamaba mientras se arrodillaba a su altura para intentar acariciarla.

—¡Mamá! Pucca está extraña de nuevo... —exclamó una voz femenina dentro de la casa mientras miraba a su mascota actuar extraño desde la ventana de la cocina.

—El veterinario dijo que es normal que actúe de esa forma por su edad, Minjeong, ve a servirle su comida mientras yo saco la lasaña, tu padre no tardará en llegar.

Minjeong tomó la comida de Pucca y salió al patio mientras se acercaba a ella.

—Oye, tonta, ¡debes ponerle más atención a Pucca! La pobre no tiene agua —mencionó Beomgyu muy molesto al tener a su hermana frente a él.

★ 𝐎𝐡 𝐌𝐲 𝐆𝐡𝐨𝐬𝐭! - yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora