★ 𝐎𝐡 𝐌𝐲 𝐆𝐡𝐨𝐬𝐭! - yeongyu

19 - El corazón debe callar

Taehyun se encontraba en su hogar, el agua del grifo corría mientras estaba sumergido en sus pensamientos. Recordaba el momento en que encontró a Soobin cantando la canción que Beomgyu le había dedicado, y también revivía la presencia de los objetos chamánicos que había descubierto en su casa.

Con una furia inigualable, golpeó el espejo frente a él, causando que se rompiera y lo hiriera.

—Choi Soobin... ¿Quién demonios eres?

...
Soobin llegó exhausto a su pueblo natal.
Tocó la puerta de su antiguo hogar, siendo recibido por su abuela con mucho cariño.

—¡Soobin! Mi querido nieto, te extrañé mucho —exclamaba mientras acariciaba el rostro del joven.

—Yo también te extrañé, abuela.

—Debes tener mucha hambre, ven, preparé algo para que almuerces.

Soobin comenzó a comer, sin duda había extrañado el sabor casero de la comida de su abuela.

—Mira cómo estás... Te ves muy débil.

—Es por trabajar mucho.

—Soobin, sé que no es solo eso.

El joven la miró nervioso.

—¿Estás siendo poseído por un fantasma? Dime la verdad, hijo.

—Sí, pero es un espíritu amigable y no tiene malas intenciones. Solo necesita ayuda...

—¡Soobin! Tú necesitas ayuda, mira cómo estás, delgado y lleno de moretones. Haré una protección para que no vuelva a entrar en tu cuerpo.

—Abuela, estaré bien.

La señora Choi guardó silencio por unos segundos, negando levemente.

—Sabes lo delicado que eres con este tema.

—Pero estoy ayudando a un espíritu a ser visible por unas horas, lo demás no me importa.

La mujer se acercó a su nieto.

—¿Haces esto por tus padres?

Soobin se quedó en silencio por unos minutos, dejando salir sus lágrimas poco a poco.

—Me hubiera gustado que se hubieran despedido de mí, aunque sea a través de otra persona. Es por eso que ayudo a ese fantasma a que tenga una oportunidad más entre los vivos.

La señora Choi abrazó a Soobin, intentando consolarlo.

—Tienes un corazón muy puro, pero debes darte cuenta de que esto te está haciendo daño. Sabes lo peligroso que es tener una aura débil; un espíritu maligno podría hacerte daño fácilmente.

—Eso no sucederá, abuela. Te lo prometo.

...
Por otro lado, en el templo, todo transcurría con tranquilidad. Los fantasmas convivían pacíficamente en el salón principal.

—Buenos días, Beomgyu. —saludó Yeongseo al ver al joven acercarse.

—Luces más sonriente de lo habitual —comentó la señora Cha. —¿A qué se debe?

—En unos días es el cumpleaños de Kai, y hoy tengo una cita con Yeonjun. Aunque no necesito un motivo para disfrutar del día, me pone muy feliz pensar en eso.

—¿Yeonjun te invitó a salir? ¡Qué romántico!

—Beomgyu, estoy feliz por ti, pero también me siento angustiada. ¿No es incorrecto enamorarse de una persona viva?

Esas palabras hicieron que Beomgyu cambiara su expresión a una decaída; como si le hubieran sacado de su ilusión.

—¡Señora Cha! No sea tan aguafiestas...