Arisa

43 9 8
                                    

Arisa, en mis noches más oscuras has llegado, tu ternura y comprensión no eran de este mundo,
tu ronroneo es lo más dulce que he escuchado en mi vida, fuiste mucho más que un breve tiempo, fuiste la esperanza convertida en realidad, eres ese pedazo del cielo que me lo han regalado inmerecidamente.
¿Cómo siendo tan pequeña eres el motivo de mis más grandes alegrías?
¿Qué haces para que te amé a pesar de volver mi mundo de cabeza?
¿Entiendes que arruinaría mi vida con tal de tenerte siempre conmigo?
Arisa, tu ronroneo era lo que me alejaba de la maldad de la humanidad, por un momento llegué a creer que contigo encontré mi paraíso, tu amor incondicional siempre supo sanar cualquier daño, sanaste lo que jamás has dañado, tu inocente ser es lo que me he dedicado a cuidar y preservar, eres ese regalo que no he merecido.
¿Cómo explicarte que eres mi pedacito de cielo?
¿Tus bellos ojos son lo que iluminan mi cielo en noches solitarias?
¿Sabes que te amaré sin importar la distancia?
¿Sabes que siempre recordaré con ternura tus cuatro patitas manchando con tempera todo el suelo del departamento?
Arisa, perdón, hubiese dado la vida sí hubiera sabido que pronto serías una de las más bellas estrellas, lamento tanto que la vida sea tan embustera para robarse el motivo de mi sonrisa, ojalá estos cinco meses a mi lado hayan sido los más felices, estoy seguro que estarás alegrando la existencia de miles de ángeles, mi pequeño pedacito de cielo, te amo, te amaré siempre, gracias por haber alegrado mi vida.

MohinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora