Hijos de la mafia (en revision)

Capitulo 39

Isaac

Aún estaba medio dormido y escuchaba a lo lejos que tocaban a mi puerta, seguía intentado ignorar ese sonido en mi puerta haciéndome el dormido pero quien tocaba lo empezó a hacer con más fuerza.

—¿Quien es ?—balbuce .

—Isaac soy yo tu padre—responde mi padre.

Abrí los ojos y me quede pensativo por un momento mirando al techo, ese señor viene a tocar mi puerta tan temprano arruinando mi amena siesta.

—Adelante—lo invito a pasar.

—¡Es lo que estoy tratando de hacer hijo pero tienes la puerta con seguro!—alza la voz.

—Ya voy—saque los pies de la cama y me acerque a abrir la puerta .

Que forma tan mala de despertar lo primero que veo en mi puerta es la cara larga de mi papá .

—¿Desde cuando le pones seguro a la puerta para dormir Isaac ?—es lo primero que pregunta mi papá cuando abro la puerta.

—Desde el día que abrí los ojos y mi novia me estaba apuntando con una pistola en la cabeza.

—¿Genesis?—preguntó dudoso

—No papá Fabiola—negué con la cabeza—pues obvio que Genesis es la única que tiene los ovarios bien puestos para meterse a mi habitación con una pistola—suspiro y sonrió de lado—como me encanta esa niña .

—¿Y porque no vuelves con ella ?—interrogo con el ceño fruncido.

Sostengo la puerta del picaporte y medio sonrió.

—Porque—titubeó—hay papa es difícil explicárselo a un viejito como tú.

Se guarda las manos en sus bolsillos y me mira mal .

—Papá es broma no me mire así—poso una mano sobre su hombro—pero ya dime que es lo que quieres que viniste a despertarme tan temprano.

—Como que a despertarte tan temprano , ya son casi más de medio día y la reunión es a las 5–empieza a quejarse—y desde aquí de Los Ángeles a San Diego nos tardamos máximo 2 horas por eso debemos de irnos a las 3 , deberías bajar a comer.

Sacudí la cabeza negando.

—No tengo hambre papá , necesito hacerme un masaje facial , ponerme algunas mascarillas , y luego ir a la iglesia a confesarme con el padrecito—bromeó.

Sonríe divertido.

—Isaac con todos los pescados que llevas en tus hombros te tomaría una vida confesarte—pone una mueca—y que es eso de mascarillas eso es para mujeres .

Su cara era un poema .

—Hay papá no sea ignorante—rodeé los ojos—que si usted no cuida su piel eso no quiere decir que yo no tenga que hacerlo .

Fingió una sonrisa y poso una mano sobre mi hombro .

—Hay algo que me has repetido hasta el cansancio eso de que no pareces mi hijo y ya estoy que me lo creo—me susurra.

Parpadeé y me crucé de brazos.

—No , ya acepté que si que eres mi padre .