Capítulo 20

53 5 5
                                    


Corazón de piedra

.
.
.
.
.

Narrador omnisciente:

El cumpleaños del principe Damien ya habia llegado, pero los sirvientes del castillo aún les faltaba algunos decorativos.

Se habían retrasado bastante, ya que estaban algo distraídos por el tema del fruto envenenado; y también que la mayoria de ellos se habían infectado.

Pero no solo los sirvientes de aquel castillo estaban preocupados por el tema.

Por el pueblo se estaba esparciendo rumores sobre una supuesta guerra, o un tipo de venganza de parte de los angeles.

Para desaparecer la mayor parte de la población demoniaca.

Todo esto paso solo por un fruto que supuestamente ya habia desaparecido del infierno para siempre y que ya no iba a traer problemas.

Los rumores en el pueblo no acababan; y la gente siempre se preguntaba si esta pesadilla  en algún momento va a acabar.

.
.
.
.

-¿No escuchaste las noticias que rondan por ahí, Susan?-

-No ¿qué es lo que sucede?-

-Se dice que para desaparecer esta mala hierba, los caballeros de Mammón y Belcebú, van a reunirse para quemar las zonas que se a detectado esta planta florencer-

-¿Tu crees que eso se podre Steve?-
-no lo sé amada mía, pero mientras que sea cierto mejor será para nosotros-

-Hermano, ¿tú crees que esto acabará pronto?.- pregunta con un tono de preocupación.

-Sí hermano esto acabara pronto-

En el pueblo se había escuchado otro rumor, desde esa mañana.

Era como una esperanza para ellos, que los caballeros iban a hacer lo mismo que hace años atras habían hecho.

Pero ¿acaso será facil esta misión?.

Pero si dejamos de lado al pueblo, en otro lugar, estaba montado sobre una extraña criatura, un nefilim cuyo nombre era Lancelot, que estaba atravesando una fuerte neblina de colores como el fuego rojo.

Estaba dirigiendose hacia el norte, donde estaba el castillos de Mammón, demonio de la avaricia, su padre.

Que lo habia llamado para darle como un tipo de anuncio.

Lancelot: ¿Para qué me necesitara ahora?; ¿acaso no ve qué estoy ocupado?- estaba frustado, ya que su padre normalmente lo llamaba solo por cosas que no eran importantes, ni para él; ni para el reino.

Lancelot: ¿Para qué me necesitara ahora?; ¿acaso no ve qué estoy ocupado?- estaba frustado, ya que su padre normalmente lo llamaba solo por cosas que no eran importantes, ni para él; ni para el reino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ángel caido *Dip*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora