Eres muy hermoso

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Una beta cepillaba cuidadosamente el cabello de Jimin mientras otra sostenía en sus manos aquella corona de flores otoñal que debían usar los omegas en ese baile.

— Listo. Ahora le pondremos la corona — aviso la beta.

Jimin se quedó quieto para que aquellas chicas pudieran ponerle esa cosa sin ningún problema. Una vez listo las betas se retiraron con una pequeña reverencia, el omega fue a sentarse en la cama mientras esperaba a su alfa.

— Osito, ya vámonos — habló JungKook ingresando a la habitación, su lobo aulló y empezó a dar vueltas de felicidad al ver a su omega.

— No quiero ir — se quejó.

— Eres muy hermoso, osito — halagó acercándose a su omega para poder apreciar la belleza de su osito.

— ¿Me estás prestando atención? — cuestionó con un puchero.

— Luces muy hermoso... El día de nuestra boda también te veías muy hermoso — susurró sonriente.

— ¡Jungkookie! — gritó para llamar la atención de su alfa.

— Perdón, es que enserio luces muy hermoso. ¿Que pasa, osito? — cuestionó.

— No quiero ir a ese tonto baile — respondió.

— Osito, tengo que ir y tú tienes que estar a mi lado. No puedo dejarte solo — sujetó la mano del castaño y le dió un suave beso — Prometo que regresaremos temprano.

— Bien, vamos.

— Estás tan hermoso como siempre, serás la envidia de toda la manada — comentó sincero.

Jimin se sonrojó al escuchar todos esos halagos, su alfa siempre lo hacía sentir muy bonito.

[🐻]

El castaño miraba como varias parejas bailaban muy feliz y animadamente. Él estaba recargando su cabeza en el hombro de su alfa y aferrándose al brazo de este mismo. Estaba aburrido pero apenas llevaban una hora ahí, no podían irse aún. JungKook observaba todo a su alrededor con tranquilidad pero miraba con desprecio y una mirada amenazante a todos los alfas que se atrevían a mirar a su osito.

— Alfa... — susurró Jimin.

— ¿Te sientes mal? — preguntó con preocupación.

— No. Solo que... — ¿cómo le decía a su alfa que siente esa necesidad de ser tomado? — Uh, nada. ¿Por qué no vas a bailar?

— No quiero dejarte solo — contestó con seriedad.

— Anda ve, se ve que quiere bailar. Te doy permiso para que bailes, yo estaré aquí — habló con su rostro sonrojado.

Jimin creía que se sentía y empezaba a imaginar escenarios dónde el alfa lo marcaba y anudaba dentro de él porque el aroma de JungKook esta noche era un poco fuerte.

— Bien, aunque me gustaría mucho bailar contigo — mencionó.

— Cariño, yo no sé bailar. — soltó una pequeña risita — Mejor ve y baila, no me pondré celoso.

— Está bien, solo será un baile. No quiero tener otro aroma que no sea tuyo — se levantó de la silla y caminó hasta donde las personas seguían bailando muy felices.

El castaño al ver como el pelinegro se fue, pudo soltar un pequeño gemido. Posó sus manos en su vientre mientras su respiración se volvía un tanto irregular

— Mi celo es dentro de dos días...no hoy, no puede ser hoy— Murmuró.

Levantó su mirada en busca de su alfa, sonrió al ver como su esposo bailaba muy feliz pero su sonrisa se borró al ver como esa omega se apegaba más a él y su alfa le sonreía.

— No, yo le di permiso — murmuró mientras trataba de no ir a jalar del cabello a esa sucia Omega.

Se levantó de golpe de la mesa al sentir un líquido escurrir por sus piernas. Sus mejillas estaban rojas de la vergüenza, empezó a sentir su cuerpo caliente de repente, necesitaba a su alfa y la escena de JungKook con esa omega no ayudaba.

Soltó un suspiro mientras se quitaba aquella corona de flores y la aventaba. Jadeo al sentir un dolor en su vientre y más lubricante salir de su entrada, miró una última vez la imagen de su alfa riendo mientras bailaba antes de irse de aquella fiesta. Necesitaba llegar a su hogar.

[🐻]

JungKook reía con las personas a su alrededor, desvió su mirada a la mesa donde se suponía debía estar su omega. Borró su sonrisa y se espantó al no verlo, se disculpó con las personas y caminó hasta la mesa. Se preocupó al ver un líquido viscoso en la silla donde estaba Jimin y la corona de flores, sin pensarlo dos veces corrió en busca de su omega.

— ¡Jimin! — gritó mientras buscaba con desesperación a su omega

Su lobo aullaba de la desesperación, empezó a olfatear cuando le llegó un olor muy peculiar. Vainilla

Corrió hasta donde el olor se hacía más fuerte y casi suelta un grito de alivio al ver a su omega muy indefenso bajo un árbol mientras gemía en voz baja, de aquel lujoso traje solo quedaba la camisa blanca bordada a mano.

Recordó la vez que lo conoció, la escena era muy similar pero muy diferente a la vez.

Se hubiera espantado mucho si solo llevara puesta la camisa y la demás ropa no estuviera cerca pero asumió que Jimin se la quitó el mismo al verla regada ahí mismo y como su omega se empezaba a desabotonar la camisa

— Osito, vamos a casa. ¿Estás bien? ¿No te pasó nada malo? ¿Nadie te tocó? — interrogó acercándose al omega.

— alfa... Alfa — habló en voz baja mientras se aferraba al cuerpo del pelinegro.

— ¿Por qué te fuiste? — cuestionó.

— Necesitaba llegar a nuestro hogar... — respondió.

JungKook se separó un poco del Omega para quitarse su saco para tapar el cuerpo de su osito, después de agarrar la ropa del menor, lo cargó al estilo nupcial mientras caminaba a su hogar.

Una vez dentro de la habitación que compartían dejó al omega en la cama, Jimin se desnudó completamente mientras miraba fijamente al pelinegro

— Alfa.

— Osito... Tu celo se adelantó — mencionó lo obvio.

— Ven, alfa — gateó en la cama hasta llegar a JungKook.

— Omega, eres muy hermoso — halagó antes de besar los labios del contrario.

[ 🐻]

Ya habían transcurrido los tres días de celo del menor y estaba muy feliz ya que su alfa abusó dentro de él día veces y renovó la marca.

— Jungkookie — besó las mejillas del pelinegro.

— Osito, estoy cansado. Duerme conmigo un poco más — dijo con su voz ronca y sin abrir los ojos.

— Está bien, estás muy cansado, siempre te cansas cuando es el celo de alguno de los dos — soltó una risita antes de abrazar a su esposo, mordió levemente el brazo del alfa.

— Salvaje — rió JungKook.

Jimin sonrió tiernamente antes abrazar al Alfa y acurrucarse en él para después caer profundamente dormido.

mi osito › kookmin. (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora