XI

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- Holaaaaa pequeñaaaa- Era una voz rasposa y gruesa, el aliento de la persona que estaba detrás de mi apestaba a alcohol.
Me aleje rápidamente soltándome de su agarre y voltee para ver de quien provenía esa grave voz.
-¡Tranquila mamitaaaa!, no te voy a comer- Era un chico de estatura baja pero por sus rasgos de la cara podría decir que pasaba los 30 años; Su apariencia era diferente al típico chico que vivía en El Condado, su piel era a perlada, no bronceada como los chicos de aquí. Incluso el acento en sus palabras era diferente, definitivamente tendría que ser un turista borracho, ya que en estos días de verano era típico ver a turistas de Tijuana, porque eran vecinos del Condado.

-¿Que? ¿Eres muda?- preguntó  acercándose de nuevo hacia mi
-¡No!¡lárguese!, no me toque- dije poniendo mis manos en modo de escudo. El chico se me quedo mirando a la banqueta ,y en unos segundos más tarde se fue dejándome sola de nuevo.
Agradecí eso ya que fue un borracho de Tijuana muy obediente al hacerme caso y alejarse de mi sin que me hiciera daño alguno.

Me senté en la banqueta porque mi herida empezaba a doler; mi jeans se había rasgado en la rodilla de mi pierna derecha y podía ver parte del raspón que tenía,Levante poco a poco mi jean hasta que estuvo al descubierto el gran raspón rojo lleno de sangre con pequeñas piedras y tierra alrededor.
Traté de quitarme las piedrecitas tocando cuidadosamente  a herida, pero a la tercera vez que pase mi dedo índice por la herida, grite por el gran dolor que sentí.
-¡Aaaaah!- dije cerrando mis ojos.
-¡Hey! Te estaba buscando,¿te encuentras bien?-
Abrí mis ojos para ver de quien se trataba y lo único que pensé al verlo fue, oh Dios de nuevo él, no.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2015 ⏰

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