Change?(#Wattys2015)

IV

Eran las 4:30 y en media hora empezaría el aburrimiento.
Antes de llegar a la reunión con los mojigatos, decidí pasar por un "Food Sherp" para comprar una cajetilla de cigarros.
Me la pase fumando en el auto mientras que pasaba la media hora que faltaba.

Empezaron a llegar los ridículos mojigatos, no los odio ni nada por el estilo pero es que no quiero estar aquí. Ni si quiera se visten de una manera de monjes o cosas así, pero siguen ganando ese nombre "mojigatos" por el simple hecho de venir a estas reuniones y desperdiciar su tiempo....esta bien yo también estoy aquí pero es por obligación, en cambio ellos están aquí porque quieren.

5:10 me baje de Penélope y entre a la "sala de reuniones", ya se encontraban la mayoría ahí; me miraron con una sonrisa todos. Ridículos.
Me senté en una de la sillas que formaban media luna, alejada de las demás.
Agarre mi iPhone y empece a revisar mis mensajes. Cuando se llenaron todas las sillas, Stella la líder de los jóvenes, empezó a decir algunas cosas en las que no puse atención ya que yo seguía en mi celular, sin preocuparme por si me estaban observando.

Empezaron a cantar; me puse mis audífonos y coloque la música que me gustaba. La música de ellos no es fea por así decirlo, pero no va con mi estilo.
Stella me miraba con el ceño fruncido y cuando término de cantar dijo.
-¡Muy bien chicos!, este momento es un tiempo para alabar a Dios y reconocer cuán grande es Él, por favor pongan atención,cualquier cosa que estén pensando o haciendo,olvídenla...hay tiempo para todo, ahorita es para alabar a Dios.- dijo mirándome directamente, estaba seguro,que lo que estaba diciendo lo decía por mi, ya que yo seguía usando el celular. Sin embargo me valió todo lo que dijo, lo único que hice fue quitarme mis audífonos pero seguí con el celular mandando mensajes a mis amigos,sobre la fiesta que se haría; era más importante que esto.

Por fin se acabo la reunión y salí de ahí sin hablar o despedirme de alguien, no tenía porque hacerlo. Cuando iba entrar a mi camioneta escuche una voz molesta y chillona que decía mi nombre.
-¡Raúl! ¡Raul! ¡Espera!-
Voltee para ver quien era; era Stella.