El Peor O El Mejor Día?

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Mis pies tocaban el piso de una de las empresas más famosas del país.

Aunque para mi sería desde hoy una de las peores empresas del país.

Mis pies avanzaron por si solos y no los detuve.

Me diriji a algo así como la "recepción"

Y una chica rubia me dirijio la mirada para luego hablarme.

-hola, ¿la puedo ayudar en algo?
-a, sí. Vengo por el puesto.
-¿secretaria?
-si
Dije tímidamente por los nervios y la frustración de tenerlos.
Rompió el contacto visual para dirigirla a su computadora. Al parecer buscaba algo.
No tardó en dirigirme la mirada nuevamente.
-¿Brianna Devis?
-sí.
-ok... Mire. Camine a su derecha luego de dos giros a la izquierda, suba las escaleras y un último giro a la derecha. Ay se encontrará con la oficina del Señor Tyler.

-bien..
Di una sonrisa leve a la rubia y me diriji por donde me había indicado.
Pase por un pasillo con ventanales y después de eso las escaleras que eran de madera. El piso era de una azulejo color blanco. Gire a la derecha como me había dicho la rubia y me encontré con una puerta de gran tamaño color café.
Toque la puerta 2 veces y me abrió un señor aproximadamente de 23 años era un chico pelirrojo.
-¿Brianna?
Esa voz.

Claro. Seguramente el me había llamado.
-sí
-pase
Entre a la oficina y esta era enorme. Todo a mi alrededor era algo moderno.
Enfrente mío estaba un escritorio. El cual no dude en sentarme de inmediato.
-el señor Tyler vendrá en un momento.
Yo no le respondí solo asentí.
Espere unos minutos viendo la puerta por la que debía entrar. Y al fin se había abierto el chico salió con una camiseta blanca y unos pantalones color negro su pelo castaño y rostro seguían siendo los mismos. No había duda de que era el.
Al caminar hasta su escritorio no me dirijo la mirada ni siquiera cuando se sentó.

Pero al mirar mis ojos los de el se abrieron completamente y yo simplemente no entendía del porque.
-tu... - dijo con impresión y enojo--¡Eric!

 
Se levantó de inmediato buscando al chico pelirrojo.
Cerro la puerta pero podía escuchar sus gritos.

La puerta se abrió después de unos minutos y salió el castaño con las manos en los bolsillo del pantalón.
Se sentó y empezó a hablar... civilizadamente 

- no te quiero aquí.-Dijo sin mirarme-. la puerta está detrás tuyo.

Me quede quieta en mi asiento

-¿no te iras?

-no

-vete.

negué con la cabeza.

Saco de mala gana unos papeles del cajón del escritorio y me la puso enfrente mio. junto a la hoja coloco un lápiz de pluma a mi derecha.

-qué es esto.

-firma.

-te pregunte otra cosa niño.

-me voy a arrepentir si sigues llamándome así. 

-no creo. 

Agarre la hoja. No la leí y la firme. El pareció sorprendido al ver que lo firme tan facilmente.

-bien, ¿feliz?

-no mucho. Ahora vete.

-no se me había ocurrido antes-dije sarcásticamente- seré una secretaria excepcional.
Dije levantando el dedo corazón. 

-me as obligado.
Me di la vuelta.

 -No, no lo e echo.

-muérete 

-no podías decir algo peor? 

-¿qué? ¿Querés que te lanze de mi oficina a palabrotas? 

-me imagino como tus clientes lo tomarían. 

-muy chistosa. 

-¿cierto?

***
Zara entro en carcajadas.

-¿enserio le dijiste eso?

-¿me ves como una mentirosa? 

-no. Por supuesto que no.

-aunque lo fuera no sería una cualquiera.

-¿donde esta la gata pelirroja? 

Debe estar rondando por el departamento. 

-fue muy sorpresivo qué de la noche a la mañana adoptaras un gato de repente. 

- yo tampoco me lo creí. 

-oye-dijo agarrando la cerveza de la mesa de cristal-¿como era el chico pelirrojo? 

-¿en cerio ya te quieres coger a un tipo que acabo de conocer? 

-¡es curiosidad!

 
Me pego en el codo suavemente. 

-conociendo  tu terrible gusto yo creo que te hubiera encantado.
Se quedo en silencio lo pensó me miró De nuevo y nos echamos a reír sin motivo alguno. Creo que nuestras caras de ves en cuando son.. Chistosas, raras, deformes en un punto que nos hace echarnos a carcajadas.

 
-bueno ya vete tengo sueño. 

-¿me estas echando? 

-si
Me reí 

-yo quería otra lata más. 

Pues tómala.
Se la di le sonreí y cerré la puerta.

Me dio pereza guardar todo asique me dirigí de inmediatamente a mi habitación y me encontré a mi gata pelirroja favorita en mi cama durmiendo plácidamente.
Me coloque mi pijama y me eche en la cama sin motivo de poder tener sueño pero en ese momento si qué lo tenía.
Apague la luz y lo último que sentí fue el pelo suave de Ruth.




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⏰ Última actualización: Mar 21 ⏰

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