Capítulo 2 - Mi salvación

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Empezamos a hablar, y estuve pensando una manera de salirme de situación más incómoda, por que si llegaba a enterarse que la engañé, quedaría como un mentiroso, y esa no es la impresión que queria que se lleve de mi.

No podía dejar de verla, era hermosa, además de tener un cuerpo envidiable, lo que más me llamaba la atención eran sus ojos, marrones claros profundo.

Eso me perdía en el momento y no escuchaba nada de lo que ella me decía; hasta que me concentré en la situación.

Tenia que buscar una manera rápida se salir de allí sin que ella se de cuenta.

"Te veo un poco preocupado, ¿estas bien?"- me dijo un poco preocupada.

Si, solo que ... Bueno ... Olvidé avisarle a mi tía de que hoy iría a vistarla a su casa, esta un poco vieja, y, ya sabes, se olvidan de todo rápido.

No podia creer que pude decirle una excusa tan rápido, porque bueno, no soy bueno con eso.

¿Así?, pues vamos a buscarla a su casa a ver si esta allí.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo porque la excusa no habia funcionando, entonces solo me quedé en blanco.

Pero recordé que cerca vivía mi salvación, Mayte.

Pensando en una manera de ir a casa de Mayte y no a la casa de mi tia imaginaria, ocurrió algo que no esperaba.

Alejandra me detuvo y me dijo:
Acabo de recordar que hoy le prometí a mi mamá llegar temprano por que iríamos a hacer compras, vivo a una cuadra de aqui, perdóname pero tengo que irme.

Por fin, el destino estaba a mi favor, ya no tenia que engañarla para nada.

No te preocupes, enserio, ¡mejor corre que llegarás tarde¡ - le dije con un tremendo alivio dentro de mi.

Hablamos luego, ¡adios!- se fue rápido a su casa.

Solo observé mientras se iba y yo recuperaba la calma, pero, igual fui a casa de Mayte para contarle lo que habia pasado con Alejandra.

Sabia que al llegar a casa de Mayte ella se pondría como loca al saber lo que pasó, ya que me había advertido antes de todo lo que había hecho Alejandra.

¿Como lo sabía?, fácil, conozco tanto de ella que se como reaccionará al milímetro.

Mayte, una chica Española que llegó a este país cuando tenia 10 años.

Por obra del destino le tocó estudiar un tiempo con Alejandra, y la conocía mejor que yo por ese motivo.

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Llegué a casa de Mayte y estaba sola, por que su mamá estaba en el hospital y del tipo que se hace llamar su "Papá" ni rastros.

Después de haber hablado con ella,(y de la reprendida de mi vida), ella solo me miró con una cara pocos amigos, por que desaprueba totalmente lo que estoy haciendo.

Me dijo que si salía mal de eso ella no haría nada para ayudarme, y la comprendo, por que ella me advirtió millones de veces que ella no era lo que yo pensaba.

Al otro dia en la escuela Mayte al parecer se "olvidó" del tema y actuó como si no hubiera pasado nada.

Hola Alberto, ¿que tal?- me dijo Mayte con una sonrisa encantadora.

Yo , por supuesto, no entendía nada de lo que estaba pasando.

¿Hola?, pues ... Estoy bien, creo.

Oye, ¿No estas molesta por lo de ayer?- le pregunté algo desconfiado.

Mayte sin borrar la sonrisa del rostro me dijo- "Tranquilo, no pasa nada"

Pues para ser sincero, a Mayte se le veia la típica cara de estúpidos que ponemos todos cuando nos enamoramos.

Y creo saber porque ella esta así.

Es por Pablo,nuestro amigo del salón de a lado.

Él es alto, cabello castaño y además de ser un buen deportista, además de ser un gran amigo.

Así que fui a hablar con él al toque de la campana.

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