Capítulo 1 - El día en el que te conocí

103 2 0
                                    

"Aún recuerdo cuando vivimos eso, Mayte"

"Si, aún recuerdo cuando estabas detrás de Alejandra"

"Ese Alberto ya murió, tengo otro enfoque ahora"

"Mentiras, yo se que aún sientes algo por ella"

"No, ahora es diferente"-Alberto empieza a recordar.

-"Mmm.... Ahora que lo mencionas, te contaré lo que realmente pasó hace 15 años.

______________________________

En el tiempo en el que Mayte y yo estábamos en el último año de la escuela, y a decir verdad, fue el año que cambió nuestras vidas.

Yo era un chico sencillo, que vivía en su mundo de fantasías creando poesía e historias fantásticas, pero todo era solo para mi , y bueno, para mi mejor amiga Mayte tambien.

Aún recuerdo el dia en que la conocí.

Ella había llegado tarde el primer dia de clases (junto conmigo) y en la hora de descanso me atreví a hablarle

Hola - dije un poco tímido ya que no soy muy sociable -

Ella me miró sonrío y me dijo
"¿Eres el chico de la mañana verdad? - con una sonrisa encantadora.

Yo un poco más tranquilo le contesté:
¡Si!, soy yo, olvidaste esto en recepción ahora.

Ella sorprendida me dijo:
¡Mi libreta personal!, ¿¡No la has leído verdad!?.

No, no te preocupes, jamás hago eso - un poco intrigado por saber que había escrito dentro de la libreta -

Me armé de valor y le pregunté:
Solo por curiosidad , ¿Podrias decirme que es tan importante para que nadie lo lea?, ¿Es tu diario o algo así?

Mayte un poco desconfiada me dice: Mmm ... ¿Prometes no decirle a nadie sobre esto?

Yo muy seriamente le dije:
No te preocupes, lo prometo.

Ella un poco más confiada me mira a a los ojos y me dice:
Pues la verdad, amo la literatura y todo lo que tenga que ver con ella, este cuaderno tiene mis sentimientos en historias y poemas.

Desde ese momento supe ella iba a ser la persona en la que podría confiar y contarle todo.

Terminó el descanso y subimos a nuestros salónes.

Nos tocó estar en el mismo salón a ambos, y ese dia conversamos todo el dia sobre nosotros.

Ese primer día de clases no sólo conocí a Mayte, también conocí a Alejandra.

Alejandra, una chica hermosa de cabello castaño, blanca de piel y los ojos más profundos que jamás vi.

Ella no estaba en el mismo salón que Mayte y yo.

Ella fue derivada al salón de a lado (tambien de 5to grado).

Como todo varón que soy, me fijé en el buen cuerpo que tenia Alejandra; cintura pronunciada, caderas perfectamente ubicadas, piernas largas como también gruesas, y unas resaltantes tetas que a todos dejaba sin aliento.

Quizas hasta este punto me estes tomando como un pervertido, pero no, soy simplemente un hombre como todos que observa la belleza de una dama(aunque creo que fue un poco, diría, muy gráfica la explicación).

Soy muy directo, que puedo hacer.

Le pregunte a Mayte si conocía a la chica del salón de a lado (en ese entonces aún no sabia que se llamaba Alejandra).

Ella me contestó:
Si, la conozco,se llama Alejandra, estudió conmigo en mi anterior escuela, pues así como la ves, tan angelical, con un cuerpo casi perfecto, no es más que otra de esas chicas que les gusta jugar con el corazón de los demás.

Yo, me quedé atontado con todo lo que me dijo Mayte.

No podía creer lo que salia de su boca.

Esa chica, hermosa, de rasgos angelicales; ¿Era una rompecorazones?

No le creí y la cuestioné:
¿Estas hablando de ella?, ¿No te estas confundiendo?

Y Mayte muy seria me replicó:
Estoy más que segura que te hablo de ella, Alejandra, la chica que no mata ni a una mosca.

No podía creerlo aún, me costaba asimilar que aquella chica era como Mayte la describía.

Pero, jamás juzgo sin pruebas, es por eso que me decidí a hablarle para conocerla.

Aún con las palabras de Mayte presentes en mi cabeza, cuando tocó la campana de salida, me acerqué pero no puede dirijirle la palabra.

Y asi pasaron las semanas , las horas , los minutos , segundos y yo seguia sin hablarle a la chica que me robaba el sueño.

Yo ya conocía más a fondo a Mayte, y ella me conocía de igual manera a mi.

Ella, por el cariño que me tiene me dijo:

Alberto, te digo que Alejandra no es lo que parece, se que vives soñando despierto por ella, y , yo no soy nadie para decidir de quien te enamoras -me miró fijamente a los ojos - Te hará daño, mucho.

Yo, algo más decidido a hablar con Alejandra le dije:
Mayte, que tal si ella ya cambió, que tal si ahora tiene una manera diferente de pensar, por lo que sé tu estudiaste con ella hace ya 4 años, quizas ella pensó bien las cosas y se dio cuenta que hacía daño a los demás.

Mayte, con tal de no seguir discutiendo conmigo me dijo:
Alberto, has lo que quieras pero eso sí, conste que te lo advertí.

Haciendo caso omiso a las palabras de Mayte,(ciego por el amor, lo admito), aquella tarde después de la salida decidí seguir el camino que Alejandra tomaba hacia su casa.

Luego de unas minutos ella se dio cuenta de mi presencia, me miró, me sonrió y me dijo:
Hola,¿vives por aqui?, lo digo por que no te habia visto por aqui antes.

Yo, preso por el pánico y la emoción de haber cruzado palabras por fin con la chica que deseaba conocer le dije:

Hmm... Esteee.... Hola, no, no soy de aqui pero tengo una tia por este sitio y hoy tenia que ir a visitarla a su casa.

Ella, con las mejillas ruborizadas, una blusa que dejaba poco a la imaginación, empezó a reir y me dijo:
¡Bueno! , te acompaño entonces.

Aún estaba confundido por lo que estaba pasando, hace unos minutos yo era un total desconocido para ella y ahora me ofrece acompañarme hacia la casa de una tia que realmente no existe, que solo fue la excusa del momento para no quedar como un acosador.

TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora