EL IMPERIO PERDIDO DE LA HUMANIDAD

Capitulo 6.

Año 3234 fecha estelar imperial.

Comandante de la flota Valquiria (Aron)- Informe.

—Recibimos un mensaje de auxilio de la colonia exterior en el sistema Tera, están bajo ataque y la flota fronteriza cayó en combate— Informaba el oficial a su comandante.

—Toda la flota ponga rumbo a el sistema Tera de inmediato—.

— ¡Si Señor! —.

La flota avanzó, a través de un portal de color azul celeste intentando llegar lo más rápido a Tera.

En el planeta arriano, en el sistema Tera, las fuerzas terrestres estaban luchando todo lo que podían cuando vieron enormes explosiones en su atmósfera, eran las plataformas del puerto estelar siendo destruidas, las plataformas tenían como fin promover el comercio y ser una central de viajes civiles, por eso la plataforma no contaba con armas, más que unos cuantos cañones de riel para defenderse de los asteroides y basura espacial, pronto vieron como muchas naves bajaban al planeta y bombardeaban las ciudades.

En el planeta;

—Dense prisa quiero todos los cañones de defensa planetario funcionando ya—.

—Cañones listos, fuego— Shhhhhhh... Shhhhhhh... —Sigan disparando—.

—Señor los enemigos se aproximan a nuestra ubicación...— ¡Kaboom

"..."

—Comandante, perdimos los cañones principales y el enemigo tiene superioridad aérea, estamos perdiendo terreno— decía un soldado, con una fría sensación invadiendo su cuerpo.

—Señor recibimos noticias del distrito 14, el enemigo está utilizando un arma biológica desconocida para eliminar a la población—

Llegaba reporte tras reporte cada uno tan desalentador como el anterior.

"..."

Un soldado estaba llorando en uno de los vehículos de trasporte que lo llevan con los civiles a proteger un refugio improvisado, el soldado se llamaba John y estaba sufriendo la pérdida de su familia su hermana menor de 12 años estaba en una de las ciudades atacadas, era una de las mejores estudiantes de su academia y en 1 año se graduaría con honores para ingresar a la academia imperial ya que tenía el sueño de ser capitana de una nave de exploración y encontrar muchas civilizaciones en los rincones inexplorados, pero ahora estaba posiblemente muerta, el soldado se negaba a creer que murió pero los hechos eran innegables la ciudad había sido completamente destruida, el sobrevivir era un milagro, un milagro que el ansiaba con todo su corazón.

—Sargento ya llegamos al refugio­—

—Lleven a los civiles adentro y preparen las defensas, si morimos aquí al menos nos llevaremos a uno de esos bastardos—.

—¡Hooah! —, gritaron los soldados bajo su mando, la mayoría habían perdido la esperanza de poder sobrevivir, pero el odio en sus corazones aun los mantenía firmes, si iban a morir harían que aquellos que se atrevieron a matar a los suyos se arrepintieran de hacerlo, se juraron que los harían pagar con sangre, aunque fuera lo último que hicieran.

En el campo de batalla.

—Mantengan la línea, soldados...— takatakatak, se escuchaban las armas de los soldados disparando... takatakatak.

—¡Mantengan la presión!, ¡Muéstrenles de qué estamos hechos! —, grito un soldado que tiraba una granada... "Boom!"

—¡Maldita sea, se acabaron las balas! —

—¡No me jodas, me quedé sin balas! —

—¡Estoy sin balas, alguien me pase un cargador! —

—¡Mierda, me quedé sin munición, a pelear con las manos! —