—¡Tres!—vociferaba una cuenta regresiva el gran público.Un concierto se daría en breve bajo la tarde de un cielo nublado. Los espectadores del gran espectáculo musical mostraban su euforia mediante gritos y movimientos realizados por las linternas de sus celulares.
—¡Dos!
Debajo de aquel escenario ambientado con luces azules y blancas, se encontraba un artista levemente ansioso por su presentación, pues hace mucho tiempo no lograba estar de pie ante miles de personas, quizá se debía a un bloqueo inspirativo.
—¡Uno!
O quizá no.
La gente se alborotó grandemente cuando concluyó la cuenta regresiva, los gritos resonaron en todo el estadio causando así que todo alrededor del artista temblara. Podría deberse a la ansiedad del momento, pues el corazón de Edam latía con frenesí y su adrenalina le hacía temblar.
Mientras el intro de una canción se reproducía, Edam subía al escenario el cual ahora estaba lleno de espeso humo; el micrófono en medio de la tarima sujetado por el mástil parecía ser una amenaza para el artista. Edam, a paso firme, se acercó al micrófono mientras acomodaba en sus oídos los audífonos.
Sus manos temblaban, sus ojos marrones se colocaban de aspecto vidrioso ante las emociones que experimentaba al momento.
Llegó el momento en el que cantaría, sin embargo, un gran silencio llenó el estadio. El joven confundido, posó su vista en la multitud.
Otra vez sucedía, podía una gran cantidad de hilos por cada persona, las cuales estaban atadas en las extremidades de esta gente. Cuello, muñecas, tronco, rodillas y pies. Las sonrisas de estas personas se expandían de pómulo a pómulo de forma incluso macabra.
Para Edam, no era la primera vez en observar esta escena, sin embargo, aún solía generarle cierta curiosidad.
Realmente están ansiosos por oírme. Pensó llevando su mano derecha al mástil.
Un trueno embravecido cortó las luces por unos pocos segundos, unos que parecieron minutos para él, suficientes como para darse cuenta que las marionetas—o personas—habían cambiado sus posiciones, ahora estando sus rostros dirigidos hacia él, con miradas brillantes, pulsantes; con sus manos hacia arriba y sonrisas más agrandadas. Una escena algo petrificante, lo consideraría él.
El agua comenzó a caer del cielo, seguido de múltiples relámpagos. Edam, quién se encontraba ansioso y sudoroso de manos, apretó el mástil. Una sonrisa pícara y maliciosa se mostró en los labios del artista, dándose cuenta de que el efecto de su influencia solo crecía, ganaría fama tan rápido como un político corrupto, sus mentes le pertenecerían a él, la atención y sus sueños estaban en las palmas de sus manos. Amaba tener el control en las cosas, aunque él fuera solo un títere más del mundo del entretenimiento.
Porque él también estaba atado con hilos, sin embargo había una gran diferencia entre todos y él: Cuando el escenario se apagara, él volvería a ser el dueño de su propia vida, mientras que ellos, le pertenecen a él.
Después de todo, los artistas jamás revelan sus verdaderas caras y Edam Holder era la prueba viviente de eso.
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Luego de mis años sin escribir, volví. Decidí atreverme a narrar un pequeño relato, luego de ver un reto literario en tiktok creado por mayhyuk.
En fin, ¡Lo logré!
Espero que les guste a quienes lo lean, y si recibe suficiente apoyo, quizás pueda considerar crearle una pequeña novela.
¡Les deseo un buen día/tarde/noche!
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Hilos |Relato
Mystery / ThrillerUn escenario, una multitud, un cantante, y miles de hilos alrededor. ¿Realmente somos libres? •Tiene una parte única.