Gojo Satoru sabe que es culpable de muchas cosas, como, por ejemplo, de haber pospuesto durante una década la orden de exorcizar a Getou Suguru; porque no es que no pudo asesinarlo, simplemente no quiso. Sin embargo, hace tan solo unas horas, después de reencontrarse con sus profundos ojos violetas, notar la brillante espesura de su cabello negro y escuchar el tono de su voz bailando por cada poro de su piel; siente unas ganas horribles de ahorcarlo hasta arrebatarle la vida.
Su cuerpo arde como si estuviese quemándose vivo, ha apretado tanto las manos en puños que siente su fina piel palpitar por el malestar. Nota que está flotando, porque camina tan rápida y decisivamente que ni siquiera le da el tiempo para pensar en lo que está por hacer.
La brisa que golpeó su rostro después de verlo luego de diez años fue tan fría y espeluznante que congeló su corazón, detuvo todos sus sentidos y le llevó de vuelta al pasado; a los rayos del Sol quemando su piel en verano, al sonido de los pies de su compañero al pisar las hojas castañas en otoño, al frío del invierno rozando la punta de su nariz y los pétalos de flores de cerezo deslizándose por el oscuro cabello de Suguru durante la primavera.
Y fue todo tan abrupto que por lo mismo no piensa detenerse a pensar en lo que está haciendo.
Con una agilidad característica de él se cola por el templo, percibiendo con los seis ojos el rastro de energía maldita, sintiendo por las fosas nasales la fragancia de su cuerpo; la misma que pudo oler en la escena del crimen luego del ataque encubierto a sus queridos estudiantes.
Es un aroma tan fuerte, masculino y similar al sudor; es, definitivamente, el olor de Getou Suguru.
Y ese aroma le hace apretar los dientes hasta que los músculos de su mandíbula duelen, porque más aumenta el odio que está comiéndole la cabeza.
Del otro extremo del templo la tenue luz de la luna se cola por la puerta abierta de su habitación, con vista al oscuro patio. Tan solo el sonido del agua caer por la fuente principal capta su atención, hasta que su cuerpo reconoce en un radio de treinta metros una energía luminosa, poderosa y terrorífica.
Sabe que es él, ¿cómo podría olvidar el olor de su alma?
Suguru siente su pulso acelerarse, porque después del encuentro de la tarde; con el viento removiendo la mata de cabellos blancos, su presencia tan cercana y las memorias de su vida anterior floreciendo tal cual pétalos de rosas, Gojo Satoru volvió a apoderarse completamente de su cuerpo.
Bastan tan solo unos minutos para saber que está muy cerca, casi al punto de pisarle la cola con los pies. Se levanta del balcón y deja la puerta entreabierta, porque es jodidamente narcisista, pero no tonto como para rechazar una visita que muy en el fondo de su corazón ha estado esperando. Le da la espalda a la madera, sintiendo el viento helado colarse por el espacio entreabierto, tragando saliva cuando unas desesperadas pisadas se oyen entre la hierba.
Un jadeo abandona sus labios cuando escucha el desliz brusco del shoji, los mismos pasos de hace unos segundos dirigirse hasta donde se encuentra estático y después de demasiados años, siente aquellas manos tan finas y de ensueño agarrarlo sin piedad de la cadera.
— Sabes que no deberías estar aquí, ¿cierto? — su voz suena agitada, porque había olvidado lo que era tener el esbelto cuerpo de Satoru pegado al suyo.
Mierda, lo sabe.
Satoru es consciente de que está metiéndose en la boca del pez, pero los pensamientos que invadieron su cabeza lo han vuelto loco.
Han desatado el caos, la furia y pasión por todas las terminaciones nerviosas de su cuerpo.
— No pienso irme. — habla fuerte, dejando escapar el aire contenido en sus pulmones, pegando sus labios en el lóbulo de la oreja después de apartar los mechones negros que la cubrían.
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❝Streets❞ 「SatoSugu」|18+|
Fanfiction❝I can't sleep no more In my head we belong❞ Mientras más duro Gojo Satoru se folla a Getou Suguru, más le hace saber lo mucho que lo odia por abandonarlo durante diez años. ➵Jujutsu Kaisen FF. ➵One Shot. ➵Top! Gojo Satoru, Bottom! Getou Suguru. ➵Le...