Adquiriendo experiencia

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Disclaimer: Sólo sé que no son míos.

Sigo impresionado, jajaja. ¡Mil gracias a todo el mundo! Advertencia general de que el tono de la historia sube.

Trigger Warning: Masturbación, leve fingering y ass play. Sexo oral. Mordiscos.


Si Izuku creía que su piel había estado hipersensible esa tarde, alerta a cualquier posible contacto físico por parte de Katsuki, era porque no había podido imaginar que pudiese sentir de aquella forma sus dedos cálidos, tan ásperos y suaves al mismo tiempo, cuando se colaron bajo la tela del pantalón y abarcaron sus glúteos.

Habían seguido besándose. Izuku notaba los labios hinchados, pero era incapaz de renunciar al sabor de Katsuki. Este no daba señales de agotamiento tampoco. Le había pedido, en órdenes susurradas, que lo mordiese de nuevo: en la clavícula, el cuello, la mandíbula, el labio, la lengua... También le había mordido a él, e Izuku se había estremecido todas y cada una de las veces que lo había hecho.

Como se estremeció, con un escalofrío de placer, cuando las manos de Katsuki pasaron de acariciarle y acunarle las nalgas a separárselas y un dedo áspero y calloso se aventuró entre ellas, frotando con suavidad a lo largo de la hendidura que las separaba. Presionó levemente de una manera que, hasta ese momento, Izuku no había creído que podía ser tan sensible y placentera.

Lloriqueó de placer y, cuando Katsuki lo besó, sin dejar de acariciarle ahí una y otra vez con el dedo corazón, sonreía con petulancia y atrevimiento, complacido con las reacciones que estaba despertando en Izuku.

En algún momento, entre beso y beso, tiró de los pantalones de este hacia abajo. Izuku, impaciente por volver a sentir las manos de Katsuki en su piel, pateó con fuerza para desprenderse de ellos. Y se escandalizó cuando vio que se Katsuki se llevaba un dedo a la boca y lo lamía.

—¿Kacchan? ¡Eso ha estado tocando mi...!

—Calla, Deku. Va a ser sólo un poco —le aseguró, sin dejarle terminar la frase.

Izuku comprendió a qué se refería cuando el dedo de Katsuki regresó, húmedo esta vez, un poco frío porque parte de la saliva se había evaporado con el movimiento, y se hundió levemente el orificio rugoso, acariciándole una vez más de la forma que tanto le estaba gustando. No fue demasiado, apenas la yema del dedo y luego, quizá, la primera falange, pero a él le pareció largo y enormemente grueso.

Las sensaciones se multiplicaron y lo abrumaron cuando la otra mano de Katsuki acarició su pene, duro y demandante, con la misma urgencia con la que parecía querer acariciarle en el culo. Apenas tardó unos segundos en alcanzar el orgasmo, derramándose en la mano de Katsuki, que impidió que lo ensuciase todo.

—Madre mía... —suspiró, exhausto, cuando terminó. Katsuki retiró las manos, tanteando en la oscuridad la cajita de pañuelos que Izuku tenía encima de la mesita de noche para limpiarlos a ambos. Cuando terminó, abrazó a Izuku, dejando las manos de nuevo en sus nalgas—. Dije cada vez que quisieras, Kacchan. Y como quisieras.

—¿Todavía quieres más, Deku? —se burló Katsuki. Izuku se rio también, frotando la punta de la nariz contra su mandíbula, que este movió lo justo para rozarle los labios con los suyos.

—Si quieres, puedes seguir haciéndolo. Ha estado bien y si a ti te gusta... —Las manos de Katsuki volvieron a tantear entre ambos glúteos. La punta del dedo de Katsuki, con menos facilidad porque ya no había tanta humedad, se introdujo de nuevo en su interior. Izuku dio un respingo, pero sonrió inmediatamente, para que Katsuki distinguiese en la oscuridad que todo estaba bien—. Porque te gusta, ¿verdad?

Cuidarás de mí [BakuDeku - KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora