3 : Una Candidata

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🍂 Escritora-chan 🍂






Después del encuentro de Chun-yan con ____, nada del otro mundo paso en el café, la chica seguía atendiendo con el mismo carisma a todos los clientes por igual, bueno a unos más que otros (los que ya tenían tiempo yendo al café y se habían ganado su cariño)

Por parte de Chun-yan su trabajo se volvía cada vez más difícil, todas, absolutamente todas las princesas de los clanes eran unas mimadas que solo buscaban el puesto de emperatriz de china, la azabache estaba empezando a impacientar se y estresar se, sobre todo con la presión del consejo sobre sus hombros.

Qin, por su parte, disfrutaba de la cultura Japonesa que no era tan diferente a la china, al igual que su escritura, Qin disfrutaba viendo los talentos de las princesa de los clanes, pero ninguna de ellas llamo su atención, más que para elogiar su buena conducta.

Pero todas eran unas mimadas.

Ninguna le llamo la atención, ninguna a excepción de una chica que era camarera en un café, al cual había ido a comer, linda, amable, sonrisa radiante, humildad, graciosa, pudo notar en ella muchos dotes que las candidatas de los clanes no tenían.

Por eso estaba dispuesto a buscarla, seguramente pertenecía a un clan, y aunque no perteneciera, era Japonesa,  igual el reino Japonés querría tener a China de aliado.

— dónde vivirás? – murmuro el emperador Qin, mirando por la ventana de la mansión que se le había asignado.

Estaba disfrutando de la soledad de s habitación, ya le molestaba estar en contacto con princesas caprichosas y mimadas, todas unas interesadas que lo único que querían era el puesto de Emperadora.

Para su desgracia y mala suerte alguien termino tocando su puerta, y aunque no quería tenía que atender.

— adelante – dijo, dejando entrar a la persona que tocaba.

Chun-yan miro a Qin para luego hablar – mi niño todas las princesas son unas mimadas e interesadas, aquí no conseguirás una buena mujer – hablo sería, cruzando sus brazos por sobre su pecho.

— lo sé Chun-yan, lo sé – concordó el Emperador con la vista fija en la ventana.

— entonces regresamos? Que piensa usted, por mi deberíamos buscar en China, las candidatas serán mejores y podremos estar en el palacio, claro que no se realizaría la alianza con Japón...pero som cositas – resto importancia.

— creo que hay una...– hablo con voz distantes, con la mirada perdida en el horizonte.

— una que mi niño? – pregunto Chun-yan algo confundida al no entender de lo que hablaba.

— una candidata Chun-yan...una candidata – sonrió levemente, se puso de pie y giro a ver a la azabache.

— ¿Enserio...? Te gustó una de esas niñas caprichosas? – se quejo, frunciendo levemente el ceño.

— nop...ninguna de esas princesas de clanes me gustó ..se trata de una chica civil...trabajaba como camarera en un café a dónde fui a comer por recomendación...me trató muy bien y es amable – sonrió estirando se.

— ¿Cómo procedemos? Si es perteneciente a un clan sería mucho mejor – Chun-yan también tenía a su candidata, pero vería que tal la candidata de su niño.

— vayamos mañana al café, le preguntamos el apellido y si pertenecen a uno de esos benditos clanes no la llevamos a China para hacerla mi emperatriz – sonrió como siempre caminando a la salida de la habitación.

— ¿Y si no es de ningún clan? – pregunto alzando una ceja.

— pues tampoco me importa si no es, igual nos la vamos a llevar a China...ya lo decidí con anticipación...ella y solo ella será coronada como la Emperadora del primer Emperador – dijo con determinación sin borrar su sonrisa juguetona.

— tanto te gusto mi niño? Seguro de que no es una chica que busca la corona? No me sentiría feliz de que te casarás con una chica que solo busca dinero Ying Zheng – le acaricio el cabello a Qin, este se quedó callado un momento para luego hablar.

— ¿Tienes otra candidata no? – Chun-yan sonrió al ver que el emperador se había dado cuenta.

— exactamente...está chica que conocí también en un café es muy amable... Me atencio de manera muy servicial incluso cuando la trate mal y le di mi mirada más aterradora – sonrió relatando ese hecho.

— y no se asustó? – pregunto sorprendido Qin, ya que hasta él debía admitir que le tenía cierto miedo a Chun-yan, un miedo que todo hijo le tiene al hecho de hacer enojar a su madre.

— no... Eso es lo que me llamo la atención, vayamos mañana también a ese café, si no te agrada esa chica, vamos a ver la que te agrado a ti, y hablamos con sus padres para el compromiso...además no creo que se vayan a negar.

— porsupuesto Chun-yan...nadie en su sano juicio rechazaría el puesto de Emperadora y mucho menos se atreverían a rechazar a un emperador – sonrió feliz, ambos Chinos salieron de la habitación bajando a la planta baja de la mansión donde se hospedaban.

Sus semblantes se habían vuelto más serios, ya que tenían que hable con princesas mimadas nuevamente y eso era algo que agotaba la paciencia de Chun-yan y aburría demasiado a Qin.

Que para no aburrirse se ponía a pensar en el lindo rostro y bonitos y chiquitos ojos de su futura Emperatriz.





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El Secreto del Emperador [Qin Shi Huang x Tu] Shuumatsu no Valkyrie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora