El Secreto del Emperador [Qin Shi Huang x Tu] Shuumatsu no Valkyrie

1 : Nakahara _____

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Hoy era un día muy tranquilo, me desperté con un pequeño dolor de cabeza, pero todo estaba bien.

Trabajar todo el día y estudiar en la noche estaba trayendo sus consecuencias, pero no había de otra, si quiero ser una tan doctora tengo que seguir así.

Trabajar todo el día para pagar la carrera universitaria.

Mire el reloj que estaba guindado en la pared, este marcaba las 6:10 am, tenía 50 minutos para arreglarme y llegar al café donde trabajo.

Prendo la televisión mientras me dirigí a la cocina para preparar algo de comer antes de ir a ducharme.

Mientras preparo un sándwich la teve estaba en el canal de noticias, las cuales escuchaba mientras comía.

— En otras noticias, el pueblo de China está muy contento por el ascenso del nuevo sucesor al trono Imperial – dijo una voz femenina.

— nos dices algo más sobre el tema Kanoto-san? – ahora era un hombre el que hablaba.

— al fin se unificó toda China y Quedó bajo el mando de una persona, el señor de toda China, El Emperador, un Rey de Reyes – hablaba la femenina con alegría en su voz.

____ masticaba también concentrada en lo que se hablaba en la televisión.

— además se dice que el Imperio de China a pedido una reunión con los grandes clanes de Japón para buscar una candidata para que sea la perfecta Emperatriz de China...

— me imagino que se preguntarán el porque, porque no terminas de contar toda la información, Kanoto-san

— por supuesto! Una gran alianza entre China y Japón se extenderá con el matrimonio entre la princesa de uno de los clanes más importantes de Japón, así que señoritas prepárense, el poder de ser Emperadora está en sus manos – golpeó sus manos contra la mesa debido a la emoción.

— ahora la lista de los clases más influyentes en Japón, si oyes tu apellido es que tienes la posibilidad de ser la futura Emperadora de China

Hyüga

Fukuzawa

Senju

Rengoku

Miyazawa

Fukushima

Nakamura

Otsutsuki

Ubuyashiki

Kumo

Y por último el Clan

Nakahara

En cuanto escuche aquello escupí el café con leche que me estaba tomando con tranquilidad.

Gire mi vista bruscamente al televisor para divisar la lista en la pantalla con letras computarizadas, con mis manos  talle mis ojos y mire nuevamente rectificando que lo que había visto y escuchado fuera verdad.

Y ahí estaba, el apellido Nakahara estaba en la pantalla, me sorprendió en sobre manera ya que jamás había imaginado que yo fuera parte de un clan, sabia que había apellidos de clanes parecidos al Nakahara cómo el caso del Nakamura y el Nakajima, pero jamás pensé que El apellido Nakahara fuera parte de un clan.

Suspire y me dirigí a la baño para echarme agua fresca en la cara, luego tome una toalla y camine hacia la tina empecé a desnudarme y me adentre en esta.

***

Después de ducharme salí de mi departamento cerrando con llave y me fui al café donde trabajaba.

Quiero ser doctora, pero en las universidades de Tokyo las mensualidades de la carrera de medicina son muy caras y tengo que trabajar el doblé para poder pagar el semestre.

Al llegar a un cruce ví un coche negro, se veía muy lujoso, por lo que supuse que era un gran empresario...o quizás sea un líder de esos clanes moviendo sus influencias para que sus princesas sean la futura Emperadora de China.

Suspire acomodando el borde de mi camisa, en cuanto cruce el semáforo, que estaba en rojo, cambio a Verde y el auto siguió su camino, cuando estaba pasando, pude ver en los asientos traceros estaba un chico más o menos de la misma edad que yo, o quizás mayor?

El chico tenía el cabello castaño oscuro, no pude ver sus ojos porque estos estaban tapados por una venda de color blanco con un estampado de color rojo.

Supuse que seguramente era ciego y por ello cubrió sus ojos, seguí mi camino hasta llegar a el café, dónde me cambio mi ropa por el uniforme que era de maid o los unirmes de las demás, ya que se me hizo demasiado corto ese uniforme y le pedí a la dueña que me lo cambiara por algo más largo, y ella me dió uno que parecía más un traje de mucama, la falda del uniforme me llega seis dedos por sobre mis tobillos.

Tome una pequeña libreta y un lápiz y me dirigí hacia los clientes para pedir las órdenes, todo estaba tranquilo como de costumbre, el café donde trabajo es muy tranquilo aunque hay algunas veces en las que las llegan personas extrañas a hablar con la dueña, aún así es muy tranquilo.

Unos horas después al café entraron dos hombres con trajes elegantes de color negro, y lentes del mismo color, ambos se sentaron en una de las tantas mesas que se encontraban disponible.

Camine hacia otra mesa a la que no había atendido, en cuanto lo hice me dirigí a la mesa donde estaban los hombres de traje y pedí su orden.

— buenos días, ¿Ya decidieron que ordenar? – los miro y ellos a mi de forma fría e inexpresiva, pero me doy cuenta de algo.

Hay otra persona en la mesa, ya no son solo ellos dos, del chico o viejo, todavía no se que edad pueda tener, tenía el cabello castaño oscuro con un pequeño mechón de color rojizo en el lado  derecho de su rostro.

— Hâo... Quiero un tazón de Soba...si eso – quitó el menú de su rostro dejándome ver este completamente.

Tenía un extraño tatuaje en forma de ciempiés en su mejilla derecha y un arete en la oreja izquierda, además que tenía una venda cubriendo completamente sus ojos.

“es el chico de la mañana”

Pensé para luego sonreírle y anotar su orden en mi libreta, para luego retirarme haciendo una revenrecia.

Los cocineros me dieron otras órdenes y yo las lleve a sus respectivas mesas, luego de unos segundos me llamaron para entregar la orden de Soba de la mesa de hombres de traje.

Tome la bandeja la cual tenía unos palillos y un gran y delicioso, según mi vista, tazón de ramen.

Llegué a la mesa y dejé el tazón regalando le a los que estaban sentados una sonrisa, aunque los hombres de traje me daban algo de miedo.

— espero que lo disfrute! Y que tenga buen provecho – hice una revenrecia y me iba a ir, pero una voz masculina me detuvo.

— se mi Emperatriz....

Me detuve en seco escuchando lo que dijeron, gire lentamente y mire a los tres hombres de la mesa, mi vista llegó al que vestía ropa tradicional japonesa.

—¿Que dijo, joven?

El me miró y sonrió, pero esa sonrisa era muy diferente a mis sonrisas, esa sonrisa era de burla.

— que no me gusta el helado de regaliz – sonrió para tomar los palillos y empezar a comer el soba.

— oh, no sabía que existiera eso jeje – reí rascando mi nuca – bien lo dejo degustar su comida – hago una revenrecia y me retiro para dejarlo comer.

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