Nakahara _____ era una chica normal.
Cabello negro lacio que le llegaba a hasta el cuello, ojos color café, media 1.59 para nada alta.
Tiene 18 años
No era sociable, pero tampoco antisocial, muy extrovertida para los introvertidos y muy introvertida para los extrovertidos.
Perfectamente calibrado
Trabajaba en un café que quedaba a unas cuadras de su departamento, una forma de obtener dinero para pagar su carrera de Medicina.
_____ acomodo sus cosas en un pequeño bolso, para segundos después salir de su departamento cerrando con llave.
Las calles de Tokyo eran muy peligrosas, mucha delincuencia se asentaba en el centro de la capital de Japón, aunque aun así la chica se mantenía tranquila.
Al pasar por uno de los tantos semáforos, algo llamo su atención, un auto lujoso de color negro estaba detenido, gracias a que el semáforo estaba en rojo.
_____ jamás había visto un auto tan lujoso, por lo que lo miro por unos minutos demás, sacudió su cabeza para seguir su camino, justamente cuando coloco sus pies en la acera del otro lado, el semáforo cambio a Verde, el auto paso a un lado de ella, la ventana tracera estaba abierta por lo que pudo apreciar a un chico de cabellos castaños oscuros, pero lo que más le llamo la atención a ____ era que aquel chico portaba una extraña venda en sus ojos de color blanco con una franja estampada de color rojo.
«seguramente es ciego el pobre»
Suspiro algo triste y siguió su camino hacia el café donde trabajaba de 7:00 am hasta las 5:45pm.
Horas después de tanto atender clientes de arriba a abajo, ____ al fin tenía las últimas órdenes que atender.
Se acercó a una mesa donde estaban tres hombres, dos con trajes negros y gafas del mismo color, y el otro no lo pudo ver bien por qué el menú cubría su rostro.
Se acercó con una sonrisa y saco una pequeña libreta junto a un lápiz para anotar la orden del los hombres de negro.
— buenos días! ¿Que desean ordenar? – pregunto la pelinegra con una de sus sonrisas más amables.
Aunque lo que recibió por parte de los hombres de traje fue una mirada fría e inexpresiva que le dió algo de miedo.
— quiero un tazón de Udon... Si eso – asintió el chico, quitando de su rostro el menú dejando ver a la chica su rostro.
Era el mismo chico que había visto cuando se dirigía a su trabajo.
— enseguida – sonrió y tomo el menú, sin decir más nada corrió hasta la cocina para dar la orden y seguir atendiendo a los demás clientes.
Una campanita la hizo Voltar a ver hacía la cocina, dónde se asomaba uno de los cocineros quien tenía una bandeja donde estaba un tazón de Udon calientito y con unos palillos.
La ojicafe tomo la bandeja y camino a pasos tranquilos hacia la mesa del chico extraño cuando estuvo ahí sonrió para dejar el tazón en la mesa frente al chico castaño.
— espero que lo disfrute! Y que tenga buen provecho – hizo una revenrecia y se iba a ir, pero una voz masculina la detuvo.
— se mi Emperatriz....
Aquello si que la dejo fuera de lugar
—¿Que dijo, joven?
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El Secreto del Emperador [Qin Shi Huang x Tu] Shuumatsu no Valkyrie
Fiksi PenggemarUna joven adolescente vivía tranquila en su departamento, mientras disfrutaba de las variadas novelas coreanas que veía, la televisión cambio de imprevisto a un canal, era el de las noticias, en este se comunicaba que Un Nuevo Emperador había Sido a...