10. Que Vergüenza. Las Aventuras de Kaburamaru 3/3

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Tn desertaba de su sueño, cerro los ojos con fuerza apretando más fuerte el peluche que tenía entre sus brazos.

Al abrir los ojos parpadeo varias veces para acostumbrarse a la luz mañanera.

Apretó el peluche entre sus brazos, y escucho un suspiro, además de como se movía su peluche. Alto, los peluches no pueden moverse, ni mucho menos respirar ni suspirar... Abrió los ojos de golpe para mirar lo que sea que tenía atrapado entre sus brazos.

Sorprendiendo se y sonrojando se al darse cuenta de que se trataba de su Crush Iguro Obanai pilar de la Serpiente, el cual también la abrazaba a ella de la cintura y tenía su rostro oculto entre los pechos de esta.

Tn : este es el cielo - susurro mirando con asombro y mucho cariño el rostro del pilar, sin resistir la tentación llevo sus manos hasta el rostro del varón, acariciando sus mejillas, viendo como estas se empezaban a teñir de rojo con el paso de los minutos.

Sus caricias siguieron hasta que escucho un pequeño gruñido por parte de Iguro, por lo que separó sus manos del rostro contrario, quien segundo después frunció su ceño con enojo.

Tn : sería muy vergonzoso que Iguro-sama se despertara y estemos así... Así que creo que debería soltarme de este abrazo...pero me gusta como me está abrazando...pero no quiero pasar la vergüenza de mi vida...- empezó a pensar en voz alta sin saber que hacer, lo que si estaba seguirá era que moriría de diabetes si Iguro seguía acurrucándose cada vez más en su pecho.

Kaburamaru, esa pequeña serpiente albina parecía disfrutar la discusión mental de la chica, pero se quedó callado, oculto detrás de un florero en la mesa.

Ya que como todos nosotros, al pequeño y lindo Kaburamaru, también le gusta el chisme.

Tn : oh por los dioses – pego gritos internos al sentir el agarre en su cintura apretar.

Iguro al sentir que la chica, a quien había agarrado como almohada, se movía, apretó su agarre, acurrucandose contra el pecho de la femenina.

Hay la pobre Tn estaba que se moría de una taquicardia sintiendo los latidos de su corazón ir en aumento cada vez que el joven pilar se acurrucaba contra ella.

Sus mejillas empezaban a picar, estás se tiñen de rojo un rojo carmesí hermoso, si tan solo el joven pilar abriera sus ojos en ese momento y notará a la nerviosa chica entre sus brazos.

Se daría cuenta de los sentimientos que tenía la chica, que no era Tokito Muichiro el que se había ganado su admiración, aprecio y cariño. Sino que era él, Iguro Obanai el dueño de sus sentimientos.

El dueño de su corazón

Tn : lo mejor será que me vaya... Sería muy vergonzoso si despierta ahorita – ríe nerviosa aunque sus manos siguen acariciando los cabellos de Iguro.

Obanai : Si despierta quien? – pregunta con voz somnolienta.

Se sobresalto al escuchar aquellas palabras, bajo la mirada conectando su mirada ____ con la mirada somnolienta del bicolor.

Tn : ¡Iguro-sama! – exclama sorprendida, sí antes sus mejillas estaban rojizas, ahora su rostro se podía comparar a una bonita y rojita manzana.

Obanai : no grites... – dice a la vez que suelta un gruñido, frunciendo las cejas en señal de estar enfadado o eso es lo que entendió Tn.

Tn : oh, si, mis disculpas Iguro-sama – intenta inclinarse pero no pueda ya que está recostada en el sillón e Iguro está sobre su abdomen.

Obanai : déjame dormir – hablo casi como un susurró, cerrando sus ojos y volviendo a recostar su cabeza en el pecho de la chica.

Por el momento todo bien... Hasta que Iguro recuerda a quien está agarrando como almohada y sus mejillas sé tornan de color rojizo, agradeciendo mentalmente que tenía aquellas vendas cubriendo la parte inferior de su rostro, porque si no, seguramente Tn habría logrado ver el lindo color carmín que adornaba sus mejillas.

Se levanta de golpe aún con los ojos bien abiertos, y así se gira a ver a la chica, notando el sonrojo en las mejillas contrarias.

Se aclara la garganta para poder hablar sin titubear :

Obanai : yo... Disculpa si te llegue a incomodar – habla mirando a otro lado, para no mostrar su vergüenza.

Tn : n-no se preocupe Iguro-sama, todo bien... M-me podría decir dónde está el baño? – pregunto nerviosa a la vez que jugueteaba con sus dedos.

Obanai : claro... El pasillo de la derecha, al final – la chica asiente sin mirarlo y camina a pasos apresurados a el baño.

Pasando y cerrando la puerta, recostando su espalda y cabeza sobre la madera de la puerta a la vez que suspiraba profundamente.

Tn : hay dioses – abre los ojos mirando cada lugar del baño.

Camina hasta llegar al lavamanos para agarrase del borde y mirarse al espejo, su rostro todavía tenía las mejillas rojizas, abrió la llave dejando que e agua caiga en sus manos, para luego hechar la en su rostro.

Tn : que vergüenza!! ⁄(⁄ ⁄•⁄-⁄•⁄ ⁄)⁄

Se quejo abriendo los ojos y mirando su reflejo en el espejo.

Aunque no muy diferente de ella, Obanai igual trataba de calmar su sonrojo bebiendo agua.




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Recuerdos de un Amor que Nunca Paso (Iguro Obanai x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora