P E C A D O R A #1 [SIENDO MEJORADA]

Encontramos Pistas Sobre Ella

003

CHRISTIAN BLAKE

Los llantos me volvieron a despertar, de mal humor me levante para caminar hasta la cuna. Asome mi cabeza, eso fue suficiente para que dejara de llorar son las 3 de la mañana, por favor Emi déjame dormir la tome entre mis brazos no se por que siento que lo estoy haciendo mal Seguí arullando hasta que su llanto se detuvo un poco.

Paso a paso lento me acerque de nuevo a la cama con Emi en mis brazos, ni siquiera recargue mi trasero ni siquiera me dejó hacer eso Su llanto nuevamente me despertó, volví a levantarme, seguí caminando de un lado a otro con una Emi que parecía estar más despierta que dormida.

—vamos Emi—casi le supliqué.—deja dormir a papa, mañana tiene trabajo y no quieres que llegue ojeroso a su trabajo verdad

Sus regordetas manos se extendieron hacia mi con una pequeña sonrisa, suspire con el corazón más cautivado que antes eran ciertos los mitos "La debilidad de un padre siempre será su hija" ahora que lo pienso es cierto, e perdido contra esta pequeña cosa entre mis brazos Seguí caminando hasta dejarla profundamente dormida entre mis brazos.

—te pareces a ella—admire sus poco mechones de cabellos rojizos.—tal parece que mis genes se perdieron, es como ver una pequeña copia de mi Emily

Coloque su cuerpo de nuevo dentro de su cuna, cubrí su cuerpo con la manta delgada según Lucy los bebés odian dormir cubierto con mantas gruesas por que sudan El sueño abandono mi cuerpo, me moleste por unos momentos aunque decidí mejor tomar la cajetilla de cigarrillos para salir al balcón repleta de rosas blancas olvidaba que aún seguían estas cosas aquí.

Encendí el primer cigarrillo.

¿Estará bien? ¿Donde dejo su cuerpo aquel idiota? ¿Cual es su relación? ¿De verdad mi Emily a muerto? Debe ser mentira, quien arriesgaría su vida sin ser nada por un cadáver. Maldita sea, me estoy muriendo de la curiosidad por saber sobre ellos.

Deje caer lo que quedaba de mi cigarrillo por el balcón, golpee mis mejillas y volví a la habitación.

A primera hora, llevando puesto uno de los mejores trajes del país, con Emi en mis brazos usando un mameluco en color rosa salí de la habitación donde ya Lucy me esperaba bien esperaba a Emi fascinada, volví a ser ignorado y esta vez por la nana que me crío Le entregué a Emi con cuidado de no despertarla a Lucy, la admiro por unos segundos, sonrio llamándola "hermosa" por supuesto que era hermosa mi hija, había heredado la belleza de sus dos padres. Los cristalinos ojos míos en tono azulado y los mechones rojizos como los de mi Emily, como demonios no sería hermosa mi hija con semejantes genes.

—volveré tarde—avise a Lucy.—así que por favor acuesta a Emi

—Si, Joven Maestro

Asenti.