Sinopsis

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(Esta historia es solo una adaptación la
autora es @AllysonDeVil)

Freen Sarocha es un imán para las
enfermedades. Al nacer, debió someterse a un trasplante de corazón, pues el suyo tenía un gran agujero en el.

Antes de cumplir un año ya había sufrido de varicela, sarampión, meningitis y otitis, esta última al menos dos veces.

Al año y medio una fiebre la dejó en cama durante semanas. Los doctores les
dijeron a sus padres que no viviría, pero Freen lo hizo.

A los cuatro los doctores les dijeron a
los padres de Freen que su trasplante de corazón estaba siendo rechazado por su organismo.

A los cinco se sometió a otro trasplante

A los siete, le extirparon el páncreas.

A los once, su corazón fue rechazado
nuevamente. Sí, esto indicó otro trasplante.

A los doce, Freen estaba deprimida, así
que sus padres la levaron al psicólogo.
No es extraño que este le diagnosticara
algo también. Asperger.

A los quince, Freen dejó de asistir a la
escuela y comenzó a recibir educación en casa, pues su madre llegó a la conclusión de que era lo mejor para ella.

A los dieciséis, Freen estaba más
deprimida que nunca, sin amigos,
escuchando música a alto volumen
mientras miraba por la ventana de
su habitación, saludando a la anciana
señora Isabel durante las mañanas.

Y como siempre, vino otro problema: los riñones de Freen comenzaron a fallar.

Recibió varias donaciones, pero todas las rechazó al instante.

Ahora Freen vivía de la diálisis tres veces a la semana. Pero eso no era todo.
Su corazón, de nuevo, estaba siendo
rechazado.

Luego estaba Becky Armstrong, una niña que solo habia tenido un par de gripes en su infancia.

Cuando su abuela, Isabel, murió y
su madre heredó la casa por ser su única hija, Becky Armstrong debió decir adiós a su vida en Inglaterra y decir hola a la ciudad de Bangkok

Los primeros días fueron difíciles.
conocía el idioma desde pequeña, pero
aun así se le dificultaba entender algunas cosas.

La escuela fue difícil también. Allí no
tenía amigos, y al ya tener 17 años, estar en el último curso y ser una chica no muy dada a hacer amistades fácilmente, la hizo sentirse como una persona solitaria y deprimida durante los primeros meses.

Luego sin saber cómo, conoció a
Nam y Irin, y su vida dio un giro drástico. Podría decirse que Becky era feliz.. Lo era hasta que un chico, Billy, comenzó a acosarla y ella terminó confesándole su gran verdad solo para que la dejara en paz. Sí, Becky era lesbiana.

Nam y Irin no se alejaron de ella, pero eso no evitó el montón de burlas que comenzó a recibir diariamente.

Así fue como Becky se convirtió en una
joven deprimida que, al llegar a su casa,
se encerraba y lloraba en su habitación.

Hasta que vio a la chica de ojos miel que la miraba desde la casa de enfrente.

La chica de la ventana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora