Capítulo 5.

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(Esta historia es solo una adaptación la
autora es @AllysonDeVil)

La señora Bregoli llamó a la mamá de
Freen en la mañana. Las clases de piano iban a adelantarse una hora, pues la señora Bregoli necesitaba llevar a uno de sus hijos a su cita con el dentista.

Freen estuvo estresada toda la mañana.
Su rutina estaba siendo modificada, y odiaba eso. Chasqueó los dedos durante todo el día, no durmió luego de desayunar y no pudo disfrutar de su almuerzo.

Se cambió la ropa tres veces (Algo no
muy típico en Freen), hasta que se decidió por unos shorts negros y una camiseta con el logo de Tyler, The Creator.

Finalmente, llegó el turno de los zapatos. Eligió un par de tenis blancos. Colocarlos era fácil para Freen, pero atarlos... Podía hacerlo, en verdad podía, pero sus manos no eran muy útiles para atar agujetas y solía tardar al menos cinco minutos con cada zapato.

Su psicólogo decía que era a causa del
Asperger, pero Freen debía de admitir que podría atarse los zapatos mucho mejor si su madre no lo hiciera por ella todo el tiempo.

Cansada de depender de aquella mujer
Freen comenzó a atar sus zapatos. El
proceso fue lento, pero finalmente logro hacerlo. La chica sonrío cuando notó haberlo logrado.

Entonces, dándose cuenta de que aún
faltaban varios minutos para que Nam
llegara a buscarla, Freen caminó hacia la ventana, apoyó su mano derecha en ella y miró hacia la habitación de la chica de la ventana.

Aún estaba allí el papel que había visto
en la mañana, ese que le deseaba unos
buenos días. Freen sonrío de nuevo
al verlo, y por primera vez desde que
habían adelantado sus horas de piano
dejó de chasquear los dedos.

Desgraciadamente, la chica de la ventana aún no estaba en su habitación.

<Por supuesto que no lo está, idiota. Ella
aún debe estar en la escuela>

Llamarse idiota era típico para Freen Sarocha.

Fue entonces cuando recordó que no
podría hablar con la chica de la ventana hasta la noche, por lo cual decidió tomar de nuevo la cinta, una hoja y un marcador.

"Hablamos en la noche, chica de la
ventana"

Escribió, y luego con torpeza pegó el
papel sobre el vidrio. Pero Freen no se
sentía aun conforme, así que tomó otra
hoja y escribió algo más.

"Estaré pensando en ti"

Sonrio al imaginar a la chica reír al leer
lo que había escrito Sin razón, la chica
de la ventana ya era importante en la
rutina de Freen.

<Por favor, idiota. Solo has hablado
con ella un dia. No pudo haberse vuelto
importante tan rápido>

De repente su madre entró a su
habitación sin golpear (Como siempre)
interrumpiendo así sus pensamientos
Freen se alejó lo más posible de la
ventana, sabiendo que si su madre
descubría sus conversaciones secretas no le permitiría volver a hablar con ella.

Su madre era muy controladora con
respecto a sus amistades, y las chicas que se conocen a través de ventanas y hojas de papel no estaban en el mejor puesto de la lista "Amigas que quiero para mi hija"

-¿Estás lista, Freen?

-Sí...Sí lo estoy.

-¿Y tus agujetas?

-Yo... Bueno.. Yo las até.

Sara solo negó con la cabeza y miró
los zapatos de Freen. Frunció el ceño al
verlas, se agachó y comenzó a desatarlas.

La chica de la ventana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora