cuarenta. extra

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"PATERNIDAD RESPETUOSA"omnisciente

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"PATERNIDAD RESPETUOSA"
omnisciente

LOS RUIDOS ALTERABAN A LA PEQUEÑA CAROLINA DE APENAS UN AÑO Y MEDIO, bueno eso es algo sabido que los nenes tienen sensibilidas auditiva, pero cuando tu papá es futbolista durante una ceremonia y tu mamá despistada es un poco dificil.

Carolina había sido despertada lo más tarde posible, sus progenitores eran conscientes del largo día que tenía. Julián ganó un premio "the best" y en el Bernabeu se celebró a lo grande.

Lástimosamente para Olivia y para su corazón Bostero e hincha del Barça; su pareja fue fichado por el Real Madrid. Obvio que estaba feliz, era un gran paso para crecer, aunque le doliese el alma no verlo con la camiseta del hogar de Messi.

Se encontraba sentada los bancos durante el festejo de todos los hinchas y jugadores, además del logro del nueve, también festejaban una gran temporada, asi que la felicidad abundaba para los presentes. Excepto para dos mujeres.

No solo era el ruido, sino que Carolina despertó con un pésimo día. Desde el segundo uno conservó su mala cara y en cada oportunidad que tuvo hizo un berrinche.
Sumándole que su mamá necesitaba urgentemente un descanso luego del show de la noche anterior, volver a su casa, ser buena pareja y buena madre, era todo un caos.

—¿Qué te pasa, mi bebé?— miró los dulces e inocentes ojos de su hija— ¿Estás cansadita?

Acarició despacio las pequeñas colitas que daban la mejor vista de sus rulitos. Claro que la nena no sabía hablar bien, o bueno; no sabía cuando le convenía.

En una de sus solitarias charlas consolando a su bebé llegó el padre con el momento que ninguno de los dos quería que llegue; la foto con las familias.

—Vení, bebota— alzó a su primogenita en brazos, siendo recibido con la niña escondiendo la cara en su cuello— ¿Se siente mal todavía?

—Si, está con sueño— caminó al lado de Álvarez, manteniendo una mano en su espalda— ¿Vos estás bien?

—Si, amor— le dedicó una tierna sonrisa— Una foto y nos vamos los tres a dormir, ¿querés, hija?

—No— ahí estaba el desconsolado llanto que llamó la atención de la mayoría de los presentes— ¡Mami!

Julián secaba las lágrimas de su hija lo más que podía mientras le decía cosas dulces para ver si podía calmarla. Hoy era de esos días en los cuales parecía no haber salvación del caracter fuerte de la nena, y lo demostró llamando a su mamá en medio de sus sollozos desesperados.

Apenas fueron liberados por el fotografo, Carolina hizo todo lo posible para estirar sus brazos e ir con Olivia, quien le cantaba y daba vueltas por el Bernabeu.

El padre trotó un poco hacia su mujer mordiendo su labio inferior por los caprichos de Caro, pero estaba bien porque la entendía, él también se sentía observado y sofocado.

El padre trotó un poco hacia su mujer mordiendo su labio inferior por los caprichos de Caro, pero estaba bien porque la entendía, él también se sentía observado y sofocado

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LLEGAR A CASA ERA TODO UN DESAFÍO, por empezar siempre estaban los fans de ambos espérando por su llegada y por terminar estaba el querer cuidar a su hija de todos. Uno nunca sabe cuándo puede aparecer un loquito e intentar algo fuera de lugar.

Pero cada vez que llegaba ese momento podían entrar sin problemas, luego se turnaban una vez cada uno para salir, sacarse fotos y firmar algunas cositas para quienes los seguían a morir. Ya terminando iban a descansar con sus dos gatos y su perro.

Esta vez fue distinto. Olivia tenía hambre, asi que le dijo a su pareja que dejara a Carolina durmiendo y que se sentaran a ver una pelicula mientras comían guiso de fideos, que por cierto; no era nada que ver al guiso de sus mamás.

No había nada, absolutamente nada que amen más que pasar su tiempo libre juntos. Las personas están tan acostumbradas a ver todo de mala manera que un padre no puede decir que se cansa de ser padre. Ellos amaban a su 'chiqui' (como la apodó la mujer), pero también se amaban entre ellos.

Es raro de explicar, se desvaloriza mucho el amor de pareja cuando tienen hijos, y si, todo cambia, pero no por eso dejan de amarse. Es algo que todos piensan y que nadie dice por el miedo a ser juzgados por señores de cincuenta años que decían amar ser padres y tenían a los hijos todo el día en la calle, no los bañaban o los mandaban con algún familiar todo el día.

Cuidar también es respetar. Esa era la frase que los dos usaban cada vez que algún metido opinaba de sus métodos para educar, y la verdad es que lo único que hacían era enseñarle a Carolina que sus sentimientos la mayoría de veces tienen que ser prioridad y a la vez entendidos.

Asi que eso es; duerme si está cansada, se le enseña que hay que comer lo que haya y si no le gusta decirlo de la forma más respetuosa posible, escuchar, hablar, ser independiente, pero al mismo tiempo entender que es dependiente de ellos dos por ser chiquita.

Julián y Olivia miran peliculas al azar o largas sagas en cada oportunidad que se les presenta, aunque a veces eran interrumpidos por unas pequeñas pisadas asomandose.

—Mami— la voz tierna de Carolina hizo que la pareja voltease rápidamente— Cuco.

—Ay, mi vida— fue Olivia quien se levantó a alzarla en sus brazos y consolarla de su repentino miedo mientras se acercaba a sentarse junto a Julián— Tu papá también soñaba con el cuco, hasta que le dijo que era feo.

—Y no me molestó más— terminó de decir el cordobés, el cual acariciaba los rizos de la nena— ¿Te dijo algo feo, hija?

Carolina asintió con el miedo pintado en sus ojos y los mayores no hicieron más que abrazarla y repetirle muchas veces que todo estaba bien. Además de obviamente recordarle que estaban ahí para progeterla.

—¿Qué te parece si mamá y papá arman una super pijamada en su pieza y nos ponemos los pijamas de superheroes para asustar al cuco?— ofreció Muñoz con Álvarez estando deacuerdo con todo lo que decía.

Al final de su largo día pudieron descansar tránquilamente, sabiendo que otro universo tal vez tuvieron un varón más tránquilo.

Style.mp3 | J. ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora