Primera Parte

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—Hace mucho tiempo mi madre solía contarme historias de acontecimientos misteriosos que sucedían en su pequeño pueblo, historias de gente que veía cosas extrañas, esferas blancas que se movían con agilidad por el cielo nocturno; de pequeño esas historias me aterraban, pensar que había algo desconocido rondando el planeta... Pero bueno, siendo honesto, ¿a quién no?. Jamás llegue a imaginar que esas historias fueran solamente la punta del Iceberg.—

Tomo una pequeña hoja del suelo jugando con ella entre mis dedos mientras observo a la pequeña criatura frente a mí, no sabría decir bien que demonios es pero luce tierna y dócil contrastando completamente con el oscuro y espeso bosque en el que me encuentro.

—En este punto ya ni siquiera recuerdo que día del año se supone que es, solo se que esta por entrar el invierno, eso me recuerda que pronto sera 2026, papá tenía planeado visitar la playa para año nuevo, me hubiera gustado pasar un poco mas de tiempo con el, o al menos haberme despedido—

veo a la "pequeña bolita de arroz" acercarse un poco a mi mano y sonrío ligeramente esperando poder acariciarla, logro escuchar pasos acercarse hacia mi ubicación e intento espantar a la criatura con mis manos. Antes de que el pequeño animal pudiera siquiera huir veo una flecha atravesar su cuerpo y siento el aire salir de mis pulmones en un jadeo indignado

—¿qué mierda esta mal contigo?—

Veo al pelirrojo salir de entre unos arbustos caminando tranquilamente con una sonrisa socarrona, jodidamente molesta a mi parecer.

—lo mismo podria preguntarte yo, ¿Porqué siempre juegas con la comida? Luces como un gato a mi parecer— menciona mientras levanta a la pequeña criatura por las patas inspeccionandola
—no se que mierda es, parece un cervatillo, espero sepa bien—

Ruedo los ojos levantandome del piso molesto y camino pasandolo de largo

deja de seguirme, pareces un acosador, maldito enfermo—
siento como me alcanza a tomar del brazo con fuerza, arrugo la nariz intentando zafarme y lo miro a los ojos con molestia.


—No es de mi gusto tener que estarte vigilando pero casualmente siempre que te encuentro estas cerca de posible comida o en problemas, sabes que en estos tiempos la comida es primordial para que esos idiotas codiciosos no terminen de volverse locos Aster y se que sabes perfectamente como es un grupo hambriento— Lo veo alzar una ceja mientras me suelta del brazo y bufo asientiendo sabiendo que esta en lo cierto.

Llevamos un año bajo guerra contra los Rapax, una especie semi-inteligente, son lo que se conoce como devoradores de planetas, hace aproximadamente 3 años se anunció publicamente la existencia de seres vivos fuera de nuestra planeta, 1 año despues se hizo se dominio público que se estaban entablando relaciones sociales y comerciales con algunas especies como los Grises, Tulip y los Otak, especies inteligentes y pacíficas dispuestas a tratar con la humanidad. A incios de año los Otak avisaron que una especie denomimada los Rapaxs se dirigía hacia la vía láctea, mas especificamente hacia la tierra; perdimos comunicacion de inmediato con los grises y los Otak, los Tulip eran los que mas vistaban la tierra, la gente aprendio rapido a tratarlos ya que eran pacificos y de aspecto amable, de ellos lo último que se supo fue que se llevaron a algunos humanos con los que se habian encariñado a sus naves y se fueron.
Todo paso extremadamente rapido, los gobiernos apenas y pudieron preprararse para darles batalla, llegaron con choque de ondas electro magneticas que hicieron que dejará de funcionar todo lo electronico, el panico colectivo hizo a todos querer salir de las cuidades, incluso la gente se empezo a matar entre ella y eso convirtió las calles en un caos, los Rapax aprovecharon el caos para bajar en naves de ataque y pulverizar las ciudades por completo, despues de eso los que logramos salir de las ciudades nos dispersamos a diferentes partes por todo el mundo y fue cuando comenzaron con la cacería, casi un año despues de eso los pocos que quedamos nos dedicamos a simplemente sobrevivir y huir de ellos.

BLOOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora