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Sus lunares...
Dios, esta era la parte favorita de Haerin, pero a su vez, la que a Danielle menos le gustaba.
Todos tenemos al menos una inseguridad, eso es un hecho.
La de Marsh Danielle eran sus lunares. Aunque ese sentimiento ha ido desapareciendo con el tiempo, pues la más bajita ama besar sus lunares y siempre le recuerda a Dani que son perfectos, al igual que cualquier otra parte de ella.
Para Haerin, los lunares de la australiana eran sumamente atractivos, pero muy adorables a la vez.
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